La oposición venezolana anunció este jueves que las autoridades electorales le cancelaron una reunión clave donde esperaban tener luz verde para avanzar en el proceso hacia un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, aumentando las tensiones políticas en medio de la crispación popular.

Calificándola como una "situación insólita", el vocero de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, anunció la suspensión de la cita y convocó de urgencia a una reunión de la coalición para decidir las acciones a seguir.

"Llamamos al pueblo a la calma, a la serenidad, a estar a la altura de esta situación extremadamente compleja", declaró Torrealba, en la puerta del Consejo Nacional Electoral (CNE).

La MUD esperaba que el CNE, al que acusa de aliado del gobierno, le diera el informe de la revisión de 1,8 millones de firmas -nueve veces lo requerido- entregadas hace un mes para pedir activar el referendo.

El CNE debe confirmar si hay como mínimo unas 200.000 firmas válidas para que la oposición siga con el proceso de validación de las rúbricas, con la huella dactilar.

El vicepresidente del Parlamento de mayoría opositora, Enrique Márquez advirtió que si el referendo no se hace este año "se elevaría la presión social a límites insospechados". "Es la única válvula de escape", afirmó.

Este mismo jueves, policías y militares dispersaron con gases lacrimógenos una protesta de decenas de personas contra Maduro, a pocas calles de la sede de la presidencia, en el centro histórico de Caracas.

Gritando "y va a caer, este gobierno va a caer" y "tenemos hambre", habitantes de barrios cercanos bloquearon una estratégica avenida y calles cercanas, volcando basureros público.

"Estoy protestando porque ya estamos cansados de que no se consigan productos, de las colas", dijo a la AFP Francis Marcano, estudiante de 21 años, con una piedra en la mano, poco antes de que las fuerzas de seguridad disolvieran la manifestación.

Golpeada por el desplome de los precios del crudo, Venezuela padece una profunda crisis política, institucional, social y económica, con grave escasez de alimentos y medicinas, y una inflación -la más alta del mundo- de 180,9% en 2015, proyectada por el FMI en 700% para 2016.

Largas filas, vigiladas por la policía, se forman todos los días en los supermercados para comprar alimentos subsidiados. En varias puntos de Caracas y otras ciudades han ocurrido saqueos y pequeñas protestas en los últimos meses.

"Esto es duro, estamos sobreviviendo (...) A la hora de votar, decidiré", dijo a la AFP Virginia Lobos, administradora de 65 años, en el barrio popular de Petare, en el este de Caracas.

"¡Abrieron los cementerios!

La oposición acusa al CNE de hacer todo para evitar que el referendo sea este año, mientras que el gobierno los acusa de fraude y de presentar firmas de 10.000 fallecidos. "¡Abrieron los cementerios!", dijo jocosamente Maduro.

Si fueran validadas las primeras firmas, para la convocatoria del referendo la oposición deberá todavía reunir otras cuatro millones de rúbricas (20% del padrón electoral).

La oposición está apurada. Si el referendo se hace antes de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del mandato- y Maduro lo pierde, se debe llamar a elecciones. Si ocurre el próximo año, sería sustituido por el vicepresidente, nombrado por el gobernante.

Según la encuestadora Datanálisis, siete de cada diez venezolanos apoya un cambio de gobierno. Para revocar el mandato de Maduro, la oposición necesita más de los 7,5 millones de votos con que fue elegido en abril de 2013.

Diálogo y OEA

En medio de la presión por el referendo, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el miércoles una declaración en apoyo a un diálogo entre el gobierno y la oposición, que impulsa una comisión de ex presidentes a instancias de Unasur.

Tanto gobierno como opositores celebraron la declaración. Para la MUD, al apoyar salidas constitucionales a la crisis, da un rotundo respaldo al referendo. Por su parte, la delegación oficial destaca que logró incluir una mención sobre el "pleno respeto a la soberanía" venezolana.

La oposición pide a la OEA activar la Carta Democrática, un mecanismo que se aplica en caso de alteración del orden constitucional, invocada por el secretario general del organismo, Luis Almagro.

Para Maduro, la oposición busca con sus gestiones ante la OEA una intervención estadounidense en Venezuela, por lo que convocó masivas movilizaciones de seguidores en los próximos días.

En esta polarización, un diálogo parece difícil. Pero el titular de la Unasur, el ex mandatario colombiano Ernesto Samper, dijo a la AFP que la próxima semana habrá una reunión posiblemente cara a cara, tras una recién celebrada con delegaciones por separado en República Dominicana.