En 2006, el Registro Civil inscribió nueve casos de cambio de sexo. Cuatro fueron de masculino a femenino, y cinco de femenino a masculino. Una década después, el escenario es diferente. En 2016 se produjeron 59 casos (30 de masculino a femenino y 29 de femenino a masculino).
Un gran avance, resalta Niki Raveau, directora de la Fundación Transitar, logrado gracias al trabajo de las instituciones sociales. "Hace cuatro años no había información. Hoy es un cambio mucho más grande que sólo la ley", destaca.
Un giro que se vincula con la mayor visibilidad que hoy tiene la población trans, agrega Rolando Jiménez dirigente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh). "El tema se ha instalado en las redes sociales y los movimientos gay han visibilizado los problemas que vive la población trans", afirma.
Las personas trans siempre han existido, pero ahora se ha dado mayor visibilidad a sus demandas, resalta Jimena Lizama, directora jurídica de Fundación Iguales. "Esto demuestra la urgencia de una ley de identidad de género, pues en la actualidad se requiere un abogado para hacer el cambio y hay quienes no pueden acceder a esto por los costos. Por lo mismo, en Fundación Iguales, hacemos estás gestiones de manera gratuita en Punta Arenas, Concepción y Santiago, a través de nuestro servicio de Apoyo Legal".
Eso ha favorecido a que hoy se converse el tema y que las familias de niños trans tengan a quién recurrir. Trabajo, que entre otras organizaciones, realiza Transitar, donde niños trans se encuentran por primera vez con otros niños trans. "Son familias que quieren apoyar y educarse. Los ayudamos a que los padres lean sobre el tema, que compartan sus vivencias y conozcan personas trans. Cuesta educar a las familias, el problema siempre es el entorno", destaca Raveau.
Un tema que poco a poco suma avances, como la aprobación el martes en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que crea el Sistema de Garantías de la Niñez, que reconoce a la niñez gay, lesbica y trans en Chile.
Ambiente escolar
Otro avance son las políticas públicas presentadas por el Ministerio de Educación: la Circular de Derechos de niñas, niños y jóvenes trans en el ámbito de la educación, y las Orientaciones para la Inclusión de Personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.
Ambos documentos, resaltan que para avanzar en una sociedad integrada se deben considerar estas orientaciones que históricamente han sido excluidas y discriminadas.
"La diversidad sexual y de género es una realidad sociocultural que emerge y se visibiliza cada día en los colegios. Realidad que insta a modificar lenguajes, actitudes y comportamientos para educar desde el respeto y generar una verdadera inclusión educacional", indica el texto.
Algunas medidas que se proponen, son la revisión del proyecto educativo institucional y asegurar desde la ley de inclusión, un proceso de admisión y educación sin discriminación.
Francisco Aguayo, psicólogo investigador en género y director de EME, destaca que la medida es pionera en Latinoamérica. Un paso que se ajusta a lo que ocurre a nivel global, que es visibilizar la identidad trans como una realidad que le ocurre a muchas personas. "Estudios en EE.UU. estiman la población trans en 0,6% de la población, o sea, una de cada 200 personas. Es decir, en un colegio de mil alumnos, cinco serán trans. Puede ser una realidad muy prevalente y que el sistema educativo y la sociedad tienen que enfrentar".
Lelya Troncoso, académica de Psicología de la U. de Chile, dice que en muchos aspectos los niños son discriminados, "pero acá hay una doble discriminación, por ser niño y ser trans".
Niños que expresan un sentimiento de identidad diferente al que se le asignó al nacer, dice Troncoso. "Existen casos que desde los tres años lo manifiestan. Antes se les obligaba a comportarse cómo el sexo que se les asigno al nacer, lo que se asocia a depresión y suicidio. Los psicólogos ahora llaman a respetar la autonomía de la persona y a dejar que sean ellos quienes decidan quiénes son".
Niños y adolescentes trans que son tratados con enorme estigma, discriminación y violencia, que sufren muchos malos tratos y bromas humillantes, dice Aguayo. "Una realidad que el sistema educativo debe enfrentar. Esto debe implicar un cambio en la formación de los profesores, hay mucha ignorancia en la familia, en los educadores".
Derecho a identidad
El proceso de cambio de sexo se realiza en un juicio, que luego se inscribe en el Registro Civil. Para ello no es necesario pasar por una operación, aclara Jiménez. "Hace cinco años era muy difícil que los jueces accedieran si la persona no estaban operada, pero hoy ha cambiado", indica.
Cuando los niños no pueden ser inscritos en el Registro Civil en la categoría de hombre o mujer, se les inscribe como "sexo indefinido". En 2016, 29 niños fueron inscritos en esta categoría (ver infografía).
Hasta el 2015 no existía un protocolo para proceder en los casos antiguamente denominados de "sexo ambiguo", hoy llamados "trastornos de la diferenciación sexual" (TDS). En diciembre de ese año la Subsecretaría de Salud Pública del Ministerio de Salud emitió una circular donde instruyó sobre la atención a niños intersex. En él se pide detener tratamientos innecesarios de "normalización" de estos niños, incluyendo cirugías genitales irreversibles, hasta que el menor tenga edad suficiente para decidir sobre su cuerpo.