Hace 20 años los hombres que llegaban a la justicia a pedir la tuición de sus hijos eran mirados con extrañeza. "Nos llamaban padres locos. Nos decían que cómo queríamos obtener la tuición, que no se podía, que era más fácil arrancar que lograrlo", dice Carlos Michea, director ejecutivo de Papás por Siempre, ONG nacida en 1994 que reúne a hombres separados que buscaban igualdad en visitas y Cuidado Personal (CP, antigua tuición) con sus hijos en relación con la madre.
Partieron en tiempos en que legalmente existía una clara inclinación de los jueces en fallar a favor de la mujer para cuidar a sus hijos tras una separación. En 2008, sólo 37 padres se quedaron con el cuidado de sus hijos.
El escenario cambió en 2013, con la promulgación de la Ley 20.680 o Ley de Corresponsabilidad Parental. Antes, se establecía que el CP o tuición correspondía a la madre tras una separación, explica Gabriel Muñoz, abogado de litigación de la Corporación de la Corporación de Asistencia Judicial (CAJ). "Salvo que el padre demostrara abandono o maltrato de la madre, lo que era tremendamente difícil de demostrar. Por eso muchos padres no tenían el cuidado personal de sus hijos", dice.
La normativa modificó cómo asumir el cuidado de los hijos después de un divorcio, separación o en casos en que nunca los padres han convivido. Ambos deben participar activa, equitativa y permanente en la crianza y educación de sus hijos, dice la ley. Ninguno debe marginarse, por eso habla de "corresponsabilidad parental". Ya para 2012, 613 hombres lograron el CP de sus hijos (de un total de 1.751 juicios). En 2013 fueron 1.023 los casos hombres que lo obtuvieron (de un total de 3.011 casos).
Los hombres están interesados en ser los que cuiden. Un estudio de la CAJ para La Tercera muestra que sólo entre julio de 2014 y junio de 2016, 1.590 hombres solicitaron la tuición de sus hijos. A diciembre de 2016, de las 1.240 causas de tuición pendientes en la CAJ, el 33% fueron solicitadas por hombres (412 casos).
Corresponsabilidad
"Hoy es más fácil. Hoy nos miran diferente. Ya no es una locura pensar en eso", indica Michea.
"La nueva norma no establece una preferencia por algún padre", agrega Muñoz.
Se habla del principio de corresponsabilidad parental. Ambos tienen responsabilidades con sus hijos, no tanto porque tienen iguales derechos, sino porque así lo demanda el interés superior de los niños.
"Es más fácil que el padre obtenga el cuidado personal, ya no se debe recurrir a la causal de abandono, solo acreditar que el niño va a estar mejor con ellos", sostiene Muñoz.
"Efectivamente hay una nueva mentalidad", señala Michea. Se observa además, que mientras más alto el nivel socioeconómico del hombre, más propenso a pedir el cuidado personal de sus hijos. "En los sectores bajos aún está esa imagen de la mujer como principal cuidadora, y eso es por falta educación", opina Michea.
Hombres cuidadores
Para Francisco Aguayo, psicólogo y director de CulturaSalud/EME, es un fenómeno que cuestiona el modo tradicional de cómo se resolvían las cosas luego de una separación. "Se cuestiona que sea la madre la que se quede con los hijos y tenga la tuición y que el padre tenga visitas. Ellos están pidiendo formatos más flexibles. Quieren estar involucrados y consideran injusto que la mamá tenga más espacio".
Hay una nueva conciencia en los padres, sobre todo en los más jóvenes, dice Cristián Parker, sociólogo del Instituto de Estudios Avanzados de la U. de Santiago.
"El hombre se siente tan capaz de cuidar a los hijos como las mujeres, concepto que ha revolucionado sobre todo la relación de los padres con sus hijos. Ellos reconocen un rol fundamental en los padres, no sólo en la mamá", señala Parker.
Se trata de un esquema al que muchas mujeres se resisten. "Hay mujeres que aceptan que los padres tengan un rol más relevante y lo estimulan, pero a otras les cuesta ceder ese espacio, no es fácil", agrega Parker.
Muchas están superabiertas a compartir, "pero aún hay un número dónde se da esa disputa tradicional en que el hombre controla el dinero y las mujeres el acceso a los hijos", añade Aguayo.
Al mismo tiempo, dice Aguayo, la creencia tradicional de que los hijos deben quedarse con la madre, es para muchos hombres, un esquema cómodo. "Hay padres que han hecho muy poco mérito para solicitar la tuición, que estuvieron muy poco involucrados y delegaron toda la crianza a en la mamá o dan poca plata después de una separación", advierte.
Para muchos de los que acuden a tribunales, agrega Aguayo, la separación es una oportunidad para desarrollar su paternidad después de una separación. "Lo dramático es que eso habla de cómo se establecía esa relación antes, desde lo tradicional".