En agosto, dos pasajeros ebrios subieron a un vuelo de Sky, en Calama. Una vez a bordo, querían seguir consumiendo alcohol, el piloto fue notificado y alerto a seguridad del aeropuerto. Fue necesario llamar a Carabineros porque la situación podía salirse de control. Este es un caso de pasajeros disruptivos, como se les conoce en la jerga aeronáutica, es decir, personas que generan serios problemas con la tripulación o con otros pasajeros.

Un informe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata, siglas en inglés), dice que este tipo de pasajeros se incrementó en 17% en todo el mundo. Si en 2014, un total de 9.316 pasajeros protagonizaron incidentes, la cifra se elevó a 10.854 en 2015, en todo el mundo. "Esto equivale a un incidente por cada 1.205 vuelos", explicó Iata.

Según el reporte, 23% de los casos está asociado al consumo de alcohol y drogas, que en su mayoría se produce antes de ingresar al avión y otro 11% asociado a agresiones al personal abordo y daños a las naves.

David Fuentes, subgerente de comunicaciones de Sky Airline, señala que "si bien hay un alza en los pasajeros disruptivos en los últimos años", como empresa no poseen un registro estadístico por tratarse de casos puntuales. Dicen que los principales conflictos son por llegar tarde al counter, no respetar el peso del equipaje y por estado de ebriedad.

Los que llevan un registro son los funcionarios de la PDI del aeropuerto de Santiago. Bernardino Cárdenas Parra, subprefecto y jefe de la prefectura Policía Internacional, dice que desde 2011 a la fecha se han registrado 25 casos, 13 de ellos protagonizados por chilenos, tres por argentinos, dos por brasileños, y el resto de otras nacionalidades, quienes han cometido diversas infracciones al Código Aeronáutico.

Este año van tres casos, dos por alcohol y uno por tocaciones. Según el policía, en la mayoría de los casos quedan apercibidas, es decir, citadas antes la justicia.

Cifra "negra"

Cristián Neira, presidente del Sindicato de Pilotos, Tripulantes y Despachadores de Sky, dice que si bien las estadísticas son bajas, existe una cifra "negra", ya que no todas las agresiones de pasajeros se informan para no verse envuelto en un caso judicial.

Agrega que antes los viajes eran vacacionales, pero ahora son de trabajo, mucho más estresantes. De hecho, en el norte, la mayor parte de los servicios son a mineras, donde son frecuentes los problemas con algunos de sus trabajadores que después de varios días en la mina pasan por unas cervezas antes de abordar.

Sky explica que existe un protocolo para cada situación, el cual va a depender del lugar donde se produzca el problema. Es decir, si el pasajero disruptivo se encuentra en el aeropuerto o counter, los encargados de abordar la situación es la AVSEC.

La AVSEC es la seguridad aeroportuaria de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a la que debe dar cuenta el comandante de la aeronave y luego dejar un acta del caso. Según la DGAC, este año registran dos casos locales, el de Calama y un segundo en Puerto Montt, en el que una mujer fue desembarcada por agresiones físicas y verbales a la tripulación.

"Son los dos únicos casos de pasajeros disruptivos, teniendo en consideración que los pasajeros transportados, por ejemplo, fueron 18 millones en 2015 y este año la cifra podría ser similar", explica Ricardo Gutiérrez, secretario general de la DGAC.

Estos casos son distintos a los pesquisados por la PDI, por lo que en Chile serían cinco los casos que han judicializado este año.

Sin embargo, los problemas no sólo se generan en el avión, sino que antes de embarcar. La DGAC señala que durante 2016 se han presentado en 59 casos de incidentes de pasajeros a nivel nacional. Entre los casos figuran drogas, hallazgo de balas, armas o piezas de ellas, entre otros.

Protocolo de Montreal

Para prevenir problemas en el avión, Iata propuso que el personal en los bares de aeropuertos y tiendas libres de impuestos deben ser entrenados para servir alcohol de forma responsable (ver recuadro). Además, para esta organización es necesario que los países ratifiquen el acuerdo de Montreal de 2014 para casos de pasajeros conflictivos, el cual no ha sido ratificado por Chile, que todavía se rige por el convenio de Tokio y Chicago.

Desde Cancillería dicen que no han firmado el Protocolo ya que su posición fue que debía incluirse una obligación de establecer jurisdicción sobre las "infracciones" y los "actos", porque los pasajeros no suelen cometer delitos graves a bordo, sino que actos de indisciplina que ponen en riesgo la seguridad y el objetivo de un nuevo acuerdo era "terminar con la impunidad de esos pasajeros disruptivos", agregan. Pero los actos quedaron fuera del nuevo pacto que amplíaba el Convenio de Tokio.

Tampoco hubo acuerdo en los guardias armados, que ya estaban normados en el Convenio Chicago.