"Chaleco" vive días de tranquilidad en Argentina, más allá de sus resultados. Tal como pasó en Perú, el piloto pasa mayormente inadvertido en los bivouacs. No sucedió lo mismo en las etapas en Chile, donde fue la principal atracción y la gente lo buscaba para un autógrafo, una foto o, simplemente, estrecharle la mano.
El asunto se volvió especialmente complicado en Arica, cuando el curicano llegó al campamento antes que su asistencia, el equipo Tamarugal y sus camionetas de apoyo, que en este Dakar actúan de modo coordinado.
Por todo eso es que en la escuadra de las chaquetas amarillas están preparando un plan de seguridad para la especial que termina en Copiapó y también, aunque en menor medida, La Serena.
Según comenta Javier Campillay, jefe de Tamarugal, "nos hemos dado cuenta del fervor que genera "Chaleco" y los demás pilotos es demasiado grande en Chile y agradecemos muchísimo el cariño de la gente, pero existen momentos para eso. Por ejemplo, cuando están revisando el roadbook, que es como la charla técnica de los equipos de fútbol, nadie ve gente ajena durante esa charla. Aquí existe gente sacando fotos o tratando de meterse a la carpa. Para esos momentos necesitamos hacer algo, aislar un poco a nuestros pilotos".
Javier Villagra, el carabinero que corrió el Dakar bajo el alero de las chaquetas amarillas, podría ser el nexo para conseguir, incluso, resguardo policial para el sector del equipo copiapino. El intendente de Atacama, Rafael Prohens, tío de Jaime y Felipe Prohens, sería otra fuente para buscar protección.
De todas maneras en Tamarugal no quieren que esto genere una mala recepción en la gente. "No es sacarle el derecho a la gente de ver a sus ídolos, pero sí se tienen que dar cuenta de que se está jugando con la vida y cualquier cosa que se les pueda pasar a los mecánicos, puede significar accidentes. La idea es acercar a los pilotos a la gente también, pero en su momento".
López ya tiene un programa de seguridad, que cumple cada vez que llega a un campamento. El motorista arriba, conversa con el mecánico, se hidrata, recibe masajes y habla con la prensa, para luego abandonar el campamento hacia un hotel.
El encargado de todo en esta carrera es su mánager de prensa, Carlos Jimeno, quien comenta que "aunque nosotros tenemos nuestro propio sistema, es bienvenida cualquier ayuda".