Beijing se muestra preocupada por el aumento de fieles católicos y protestantes en el país, suponiendo que la influencia cristiana se mezcle con la política, lo que podría generar cambios importantes  en la sociedad china, a pesar de compartir el grueso de los valores profesados en dichas religiones.

El gobierno de Xi Kinping, se ha caracterizado en hacer hincapié en la cultura tradicional china y los valores socialistas, viendo a estas religiones extranjeras de manera suspicaz, tal como destaca un artículo publicado por el diario español El País.

La posibilidad de que un gran número de ciudadanos se conviertan al catolicismo, tiene preocupado al régimen, que tiene en cuenta el importante papel que desarrolló la iglesia para la caída del comunismo en Europa del Este.

Según el mismo medio,  la mayoría de los católicos chino no se involucran en la política. Sin embargo, existen ciertos líderes como el fundador del movimiento anticorrupción y pro transparencia Nuevo Ciudadano, Xu Zhiyong  o el abogado de derechos humanos Gao Zhisheng, ambos son católicos y han provocado la alerta en Beijing.

SIN CIFRAS CLARAS

De acuerdo a El País, las cifras oficiales hablan de 23 millones entre católicos y protestantes, cifra que se contrapone a las estimaciones del Pew Forum on Religion and Public Life calcula que en 2010 había 67 millones de cristianos en la China continental, de los que 58 millones eran protestantes y 9 católicos.

"Yang Fenggang, director del Centro sobre Religión y Sociedad China de Purdue University, calcula que en la actualidad el número de cristianos ronda los 100 millones, en un país de 1.360 millones de habitantes. Según sus estimaciones, para 2030 serán 247 millones, lo que convertirá a China en el país de mayor población cristiana por encima de países como Brasil o EE UU", dice el rotativo español.

PREOCUPACIÓN CRECIENTE

En mayo del 2014, expertos señalaron que China en el 2030  sería el país con mayor cantidad de cristianos, principalmente protestantes, en el mundo. Esta estimación provocó que el gobierno de Xi Jinping destruyera varias iglesias para detener el aumento de fieles en su país, publicó la agencia France Presse.

El profesor de la Universidad de Purdue en Indiana, EE.UU., Yang Fenggang explicó: "Las autoridades han expresado su preocupación por el rápido crecimientos del cristianismo y han tratado de imponer restricciones para ralentizarlo, además de las medidas tomadas para que los  católicos sean obedientes con sus autoridades", publicó El País.

En una publicación del diario, Global Times, el Partido Comunista chino anunció que reforzaría los controles para impedir a nuevos miembros que tengan creencias religiosas distintas a las tradicionales, Los miembros que hayan participado en ritos católicos, tendrán que "rectificar" sus opiniones.