En las salas de reuniones del estudio del abogado Alfredo Alcaíno, con la presencia de al menos un socio de Aurus, se han realizado numerosas reuniones uno a uno con los abogados o representantes de los aportantes de los fondos Insignia y Global, para determinar cuánto y bajo qué condiciones les pagarán los US$ 20 millones como compensación a lo que perdieron por el presunto fraude que cometió el ex gerente de inversiones, Mauricio Peña, y que hizo caer a la Administradora en una profunda crisis y alejarse formalmente de la gestión de fondos públicos.
La fórmula que están ofreciendo es cancelar el capital inicial que aportó cada inversionista, es decir, el dinero invertido menos los retiros, ajustado al valor cuota que definió Deloitte en su auditoría y que determinó que Insignia estaba valorizado (valor razonable de activos y pasivos) en US$ 64.978.000, mientras que en el mismo ejercicio para Global, daba una cifra de valorización de US$ 11.236.000. Ambos montos sumados revelan un daño patrimonial de US$ 34.592.000 a los fondos y de lo cual se culpa a Peña.
La forma de compensar será que Aurus compre directamente las cuotas que posee cada aportante. Las solicitudes de rescate se pueden hacer hasta el 20 de marzo de este año. Actualmente, hay cerca del 11% de clientes que ya han pedido retirar su inversión, lo que no se hará efectivo hasta esa fecha y a través de la fórmula ya acordada.
De esta forma, los US$ 20 millones que deberán pagar tiene como fecha máxima para depositar a los aportantes el próximo 15 de abril.
Una de las complicaciones que han surgido durante las intensas negociaciones es con quién negociar. Esto, porque gran parte de los aportantes están representados por corredoras o gestoras de fondos. En Insignia, hay un total de 29.286.088 cuotas suscritas por 99 aportantes. Mientras que en Global suman 18 aportantes tenedores de 12.640.123 cuotas.
El uno a uno
Por lo mismo, la técnica que han empleado los abogados que asesoran a Aurus es negociar de manera individual, comprometiendo el pago personal a cada uno de ellos -o a través de su abogado- y haciéndolos firmar un compromiso de no demandar a la empresa una vez cerrado el acuerdo.
"Lo que menos quieren son demandas civiles colectivas o de responsabilidad penal", dice el abogado de un aportante. "Por eso los hacen negociar solos", agrega.
Por otra parte, Aurus asegura en las negociaciones que si deciden ir a la justicia civil para pedir indemnizaciones, los juicios podrían durar años, mientras que con la opción actual, todo se finiquita este mismo año. Con todo, "decencia" es una palabra que varios aportantes o representantes de los mismos repiten para referirse al comportamiento que han tenido los socios de Aurus. "Han dado la cara, y eso, con todos los casos de estafa que andan dando vuelta, es importante hoy", dice un aportante.
La principal condición exigida para declarar exitosa esta operación de compensación es que 2/3 de los aportantes decidan vender sus cuotas a Aurus. "Eso ya está cerrado", dice un conocedor de las negociaciones, y el número ya se habría superado.
Origen de los fondos
En cuanto a los fondos para pagar, clave serán los US$ 6,5 millones que LarrainVial y Grupo Patio pagarán por el fondo Aurus Renta Inmobiliaria, que fue vendido a inicios de este mes. Los otros US$ 13,5 millones para compensar saldrán directamente de recursos de los socios de la gestora: Antonio Cruz, José Miguel Musalem, Juan Carlos Délano, Alejandro y Sergio Furman, Raimundo Cerda y Alexander Seelenberger, en distintos porcentajes.
Objeciones
Aunque la recepción de los aportantes ha sido buena hasta el momento, no deja de haber molestia por la pérdida que de todas formas, y por circunstancias ajenas a ellos, deberán asumir.
Ello, básicamente por la pérdida del costo alternativo si es que hubiesen invertido en otro tipo de activos, ya que ahora sólo se devolverá el capital inicial, sin inflación ni posibles ganancias.
Lo que viene ahora para Aurus es hacer el traspaso del fondo inmobiliario -y recibir el dinero- para luego pagar a los aportantes y dedicarse a invertir en los fondos de capital de riesgo que aún mantienen y que son financiados, en gran parte, por Corfo.