Las autoridades cazarán y matarán los tiburones blancos que supongan una amenaza para los bañistas a lo largo de la costa occidental de Australia, en el océano Índico, dentro de un nuevo plan para proteger a las personas que van a la playa después de los cinco ataques mortales del pasado año.

Los tiburones blancos han sido una especie protegida en las aguas de Australia durante más de una década, pero la última avalancha de ataques de tiburones blancos en las playas del oeste australiano ha llevado al Gobierno a permitir cacerías preventivas.

"Siempre pondremos las vidas y la seguridad de los bañistas por delante de los tiburones", dijo a los periodistas el gobernador de Australia occidental, Colin Barnett.

"Es, después de todo, un pez, vamos a mantenerlo en perspectiva".

Barnett dijo que su estado había registrado sólo 12 muertes por ataques de tiburones en los últimos cien años, pero cinco de esos fallecimientos sucedieron durante el año pasado.

El plan permitirá a las autoridades atrapar y matar a un tiburón si se encuentra cerca de los bañistas. Anteriormente, los tiburones sólo podían ser cazados si ya había habido un ataque a un nadador.

El Gobierno también comprará más motos de agua para los socorristas y financiará más patrullas de helicópteros en las playas.

Se han encontrado más de 100 especies de tiburón en las aguas australianas pero la mayoría de ellos no son agresivos. El blanco, el tigre y el toro son considerados los más peligrosos, aunque tienden a vivir en aguas lejanas a las playas.

Los tiburones blancos prefieren las aguas más frías y las templadas del sur de Australia, mientras que el tiburón tigre y el toro son más comunes en las aguas tropicales del norte.

Las autoridades francesas autorizaron el pasado mes la matanza de 20 tiburones en la isla de Reunión, en el Índico, después de una serie de ataques en zonas de surfistas.