Las familias de los pasajeros chinos que viajaban en el vuelo MH370 y que continúan desaparecidos, se mostraron escépticos ante el hallazgo hecho por Australia de posibles restos del avión en el sur del océano Índico, tras 13 días de búsqueda infructuosa y mucha desinformación. Por su parte, dicho país ya envió cuatro aviones militares de búsqueda para determinar si los dos objetos grandes que divisaron en el mar al suroeste de Perth, son parte de posibles escombros del avión de Malaysia Airlines.

"Aún no se ha confirmado nada, será otra falsa alarma", aseguraba hoy uno de los familiares a la prensa al salir de una sala de reuniones del hotel Lido de Pekín, donde, como mínimo dos veces por día, autoridades de la compañía aérea Malaysia Airlines les informan de los avances de la investigación.

DOS OBJETOS GRANDES

La búsqueda de los objetos podrí­a ser prolongada y las autoridades australianas dijeron que una de las aeronaves no pudo localizar los restos debido a las nubes y la lluvia, pero las otras continuaron la tarea. Uno de los escombros detectados por satélite tiene 24 metros (casi 80 pies) de largo y otro, cinco metros (15 pies). Podrí­a haber otros objetos en aguas cercanas en una zona a cuatro horas de vuelo desde la costa suroccidental de Australia, dijo John Young, administrador de la división de reacción de emergencias de la Autoridad Australiana de Seguridad Marí­tima.

"Esto es una pista, posiblemente sea la mejor que tengamos ahora", expresó Young. Advirtió que los objetos podrí­an ser escombros en el mar en una ruta naviera en la que contenedores pueden caer de barcos de carga, aunque el objeto más grande es más largo que un contenedor.

Young dijo en una conferencia de prensa en Canberra, la capital de Australia, que los aviones fueron enviados a la zona, a unos 2.500 kilómetros (1.550 millas) al suroeste de Perth para verificar los objetos.

Dijo que las imágenes de satélite "no siempre resultan relacionadas con la búsqueda aun si parecen positivas, así­ que no haremos declaraciones hasta un avistamiento cercano". La noticia proveniente de Australia irrumpió en esta sala a media tarde, cuando las pantallas del salón comenzaron a retransmitir el anuncio del primer ministro australiano, Tony Abbott, sobre el avistamiento de dos objetos en el mar que podrían ser partes del aparato desaparecido. A pesar de que los familiares escucharon atentos las últimas noticias, no le dieron demasiado crédito después de 13 días de pistas falsas y de mucha confusión de datos.

FAMILIARES SE NIEGAN A CREER

"No puede ser. Los pasajeros están vivos", afirmaba un hombre de mediana edad ante un grupo de periodistas, tras conocer los detalles del hallazgo. "Malasia está ocultando información. Ellos saben dónde están los viajeros, es un engaño", decía el familiar rodeado por una multitud de camarógrafos, ante quienes denunció la "falta de información" trasladada por la compañía o el Ejecutivo malasio.

"Las personas de la compañía tienen que informarnos, pero sólo hablan con los periodistas. En estos momentos, necesitamos saber la verdad. Tenemos derecho a saber", reiteraba.

La sensación de este hombre es compartida por otros muchos familiares que esperan en Pekín, y que, muy de vez en cuando, se acercan a la prensa concentrada en el hotel para transmitir sus dudas sobre lo ocurrido pero, sobre todo, evidenciar su malestar respecto a la gestión de Malasia y de la compañía aérea.

"Han pasado muchos días, la alerta de Australia no puede ser verdad. Malasia sabe más y nos no lo dice. Estamos hartos de tanta confusión", denunciaba a Efe un ciudadano de la provincia de Hebei, norte de China, a las afueras del hotel acompañado de un gran número de mujeres que también aguardaban noticias de sus allegados, algunas con lágrimas.

Tras casi dos semanas desde que el vuelo de Malaysia Airlines desapareciera con 239 personas a bordo -entre ellas, 154 chinos-, el hombre se aferraba hoy a la esperanza de que su hermano pequeño, que embarcó en el vuelo, sigue vivo. "Si la información de Australia resulta cierta, va a ser un golpe muy duro para todos nosotros, muy duro", manifestaba el familiar.

La situación por la que pasan estos parientes llevó a que el miércoles algunos de ellos propusieran una huelga de hambre para presionar al Gobierno de Malasia y conseguir "información veraz".

Horas más tarde, y sin que esta iniciativa comenzara, el ministro de Defensa e interino de Transportes de Malasia, Hishamudin Husein, anunció que enviaría un "equipo de alto nivel" a Pekín, que acudirá mañana a primera hora al hotel Lido de Pekín, según lo previsto.

Ante ello, la comitiva creada por los familiares comenzó ya a prepararse.
"Estamos recogiendo las preguntas y quejas de todos y cada uno de los que siguen esperando a sus familiares", indicó a los medios un miembro del grupo.

Sin embargo, algunos analistas consideran muy probable que los escombros no pertenezcan a piezas del vuelo 370. "Las posibilidades de que esos restos sean de otras naves son grandes", dijo Jason Middleton, un profesor de aviación en la universidad Nueva Gales del sur.