El ministro de Exteriores de Australia, Bob Carr, afirmó que el fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, no corre peligro de ser extraditado a Estados Unidos si esto implica un juicio militar o enfrentarse a una posible pena capital.

Assange se encuentra acogido en la Embajada ecuatoriana en Londres para evitar ser extraditado a Suecia por supuesto abuso sexual porque teme que finalmente lo envíen a Estados Unidos, donde podrían juzgarlo por los documentos secretos filtrados en su web.

Carr indicó que Australia solo puede prestar ayuda consular a Assange, ya que el caso judicial está fuera de su jurisdicción, aunque afirmó que hay muy pocas posibilidades de que las autoridades suecas lo entreguen a Washington.

"Hemos recibido garantías de Suecia de que se cumplirá la ley y las autoridades suecas dicen que no extraditan a nadie si hay una ofensa castigada con la pena de muerte o es un asunto militar o de espionaje", declaró el ministro al diario australiano "Financial Review".

ESTOCOLMO NO HA SOLICITADO EXTRADICIÓN

Las autoridades de Estocolmo han asegurado que no han recibido ninguna petición de extradición de Estados Unidos, cuyo gobierno ha negado que esté llevando a cabo una "caza de brujas" tal como denunció el fundador de WikiLeaks.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha defendido que su país haya decidido conceder el asilo político a Assange y ha indicado que puede permanecer indefinidamente en la delegación diplomática de su país en la capital británica.

El Ejecutivo de Londres se niega a conceder un salvoconducto al activista australiano y ha reiterado que cumplirá con la orden judicial de enviarlo a Suecia para que sea juzgado.

Assange está acusado en Suecia de tres delitos de agresión sexual y uno de violación tras la denuncia de dos mujeres, que aseguraron que los hechos ocurrieron en agosto de 2010, mientras el "exhacker" rechaza esas afirmaciones y dice que este proceso tiene motivaciones políticas.

WikiLeaks divulgó desde 2010 miles de cables diplomáticos confidenciales que airearon métodos y prácticas cuestionables de muchos gobiernos y que avergonzaron especialmente a Estados Unidos, sobre todo en las guerras de Afganistán e Irak.

Por ahora, las autoridades de Estados Unidos sólo han presentado cargos contra el soldado Bradley Manning, principal acusado de las filtraciones de WikiLeaks.