El primer ministro australiano, Tony Abbott, señaló que Australia se encuentra a la espera de obtener garantías legales para proceder a desplegar unos 200 soldados de las fuerzas especiales en Irak como parte de la campaña contra el Estado Islámico (EI).

"Le debemos a nuestras fuerzas especiales un despliegue con las protecciones legales correctas", dijo Abbott, que admitió que el proceso para obtener las salvaguardas legales se está "demorando más de lo esperado", aunque insistió que se producirá "en los próximos días". 

Los soldados australianos se encuentran desde hace casi un mes en los Emiratos Árabes Unidos, y una vez se dada la orden de despliegue se centrarán en asistir y capacitar a las fuerzas iraquíes en terreno.

Abbott dijo que su Gobierno espera tener "el mismo tipo de protección legal que tienen las fuerzas de Estados Unidos en Irak porque consideramos que son razonables y justas". 

La prensa australiana informó de que el ministro de Exteriores iraquí, Ibrahim al Yafari, se opone a la presencia de militares extranjeros y al establecimiento de bases en su país. Abbott, en cambio, insistió en que las fuerzas especiales se dedicarán a tareas de "consultoría y asistencia". 

"No estamos proponiendo operaciones de combate independientes por parte de Australia u otra fuerza de la coalición", sino que se trata de "ayudar al pueblo de Irak a recuperar su país", señaló el primer ministro.

Australia participó en la invasión de Irak en 2003 como parte de la fuerza multinacional liderada por EEUU para derribar al régimen de Sadam Husein, al que acusaban de poseer armas biológicas y capacidad potencial del fabricar bombas nucleares.