El ministro del Interior de Austria, Wolfgang Sobotka, se ha mostrado a favor de demoler la casa natal del dictador Adolf Hitler después de que se complete su expropiación, según informó hoy la televisión pública ORF.
Sobotka declaró que ésa sería "la solución más limpia" para evitar que el lugar se convierta en un lugar de perenigración o un santuario de neonazis.
El gobierno austríaco presentó a finales de mayo un proyecto de ley para confiscar la casa natal de Hitler y terminar así con una batalla judicial con la dueña actual del domicilio, que se ha negado a vender el inmueble al Estado.
"Para evitar esto (que sea un santuario de la ideología nazi) es necesario expropiar la casa. Hemos tratado de aclarar todas las posibilidades de uso y las opciones de compra con la propietaria, pero todo ha sido en vano", afirmó el ministro.
Una portavoz de la autoridad matizó después a la agencia austríaca APA que las palabras de Sobotka eran una opinión personal y que una comisión de historiadores será la que ofrezca ideas sobre qué se debe hacer con el edificio una vez incautado.
Hitler nació en 1889 en una casa en Braunau am Inn, muy cerca de la frontera con Alemania, y aunque su familia pasó allí apenas tres años, su legado ha tenido un enorme peso en esta localidad de 16.000 habitantes.
La casa es ahora propiedad de una vecina, aunque desde 1972 el Ministerio del Interior la tiene alquilada y la subarrienda al Ayuntamiento de Braunau por unos 5.000 euros mensuales (unos 5.680 dólares), una cantidad que el consistorio ha subrayado que no puede afrontar a medio plazo.
En el pasado, se albergó allí una biblioteca, un banco y, más recientemente, un taller de formación de una organización para discapacitados, que dejó el lugar en 2011 para buscar un alquiler más barato.
Desde entonces ha surgido un debate sobre qué hacer con el inmueble.
El ayuntamiento ha manifestado en repetidas ocasiones el temor de que organizaciones neonazis pudieran alquilarla de forma encubierta y convertir la localidad en un centro de peregrinación para ultraderechistas.
En la actualidad no existen demasiadas referencias sobre el pasado de la casa pintada de color amarillo, solo un monolito de granito procedente de la cantera del campo nazi de Mauthausen que fue colocado allí en 1989, por el centenario del nacimiento de Hitler.
"Por la paz, la libertad y la democracia. Nunca más el fascismo, millones de muertos lo advierten", señala el mensaje sobre la roca.
Ya en 2012 Austria retiró la tumba de los padres del dictador Hitler en Leonding, en el suroeste de Austria, tras denuncias de que se había convertido en un lugar de peregrinación de ultraderechistas en el que se hallaron símbolos nazis.