El día a día de Juan Bilbao Hormaeche (58 años) cambió completamente. Durante décadas fue uno de los ejecutivos más exitosos del círculo financiero local: trabajó en el Citibank, donde coincidió con el ex Presidente Sebastián Piñera; dirigió el trabajo regional del Deutsche Bank desde Nueva York e integró importantes directorios de empresas locales.

Cualquiera fuese el plan en la cabeza de Bilbao, el 22 de diciembre de 2014 todo se desvaneció tras conocerse la demanda que formuló el regulador de valores norteamericano (Securities & Exchange Commission, SEC por sus siglas en inglés), acusándolo de uso de información privilegiada tras ganar US$ 10 millones con la compra de ADRs de CFR -empresa de la que era director- cuando aún no era pública la oferta de Abbott. Paralelamente, en marzo de 2015 la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) le formuló cargos por entrega de información falsa al mercado y uso de información privilegiada. El 22 de octubre de 2015, Bilbao logró un acuerdo con la SEC, debiendo pagar unos US$ 13 millones por las ganancias de la operación cuestionada, poniendo término a los cargos sin necesidad de admitir o negar las faltas. Un mes más tarde, la SVS lo multó por US$ 3,2 millones.

Los hechos no solo desencadenaron la renuncia del empresario a la presidencia de Consorcio Financiero y las compañías de seguro de ese mismo holding, sino también a su sillón en Paz Corp, Blumar, Watt's y Entel, para dedicarse por completo a su defensa.

Tras su retiro anticipado de Sanhattan, se comenzó a radicar junto a su señora, María Carolina Uribe, en su campo en San Rafael, Séptima Región, lugar donde hoy pasa la mayor parte del tiempo. "Se autoexilió en su campo", dice alguien que lo conoce de cerca. En su fundo ha centrado el foco de su negocio agropecuario, donde además de apostar al avellano europeo ha incorporado, durante los últimos dos años, más de 1.800 hectáreas a su banco de terrenos.

Las sociedades en que participan los Bilbao Uribe también han estado muy activas, registrando cuatro importantes reestructuraciones en este período. El empresario también decidió vender el 4,7% que tenía en la propiedad de Paz Corp, remate con el que recaudó unos US$ 12,28 millones el pasado 20 de junio.

Una nueva etapa

Con este nuevo ritmo llegó la barba, disminuyó aún más su presencia en eventos sociales y, en su tiempo libre, despliega su pasión por la caza buscando patos, tórtolas y otro tipo de aves en su coto de caza. Esta disciplina es algo que, además, practica en Argentina y España.

Bilbao se preocupa de volar regularmente -por lo menos dos veces al mes- a Santiago. Su objetivo principal es compartir con sus padres, Juan Cruz (82 años) y Belén (79 años), momento en el cual también se reúne con sus hermanos: Bonifacio (gerente general del Banco Security), Antonio (periodista) y María Isabel, quien está casada con Patricio Jottar (gerente general de CCU).

Desde mediados del año pasado, España, la patria de su madre, es el hogar de su hijo Juan (29 años) y la señora de este. Se radicaron en Madrid, donde viven en el departamento que Bilbao Hormaeche se había comprado, cerca del Parque del Retiro, pensando en un eventual plan de retiro. "Cufito" -como le dicen a Juan Bilbao Jr.- integra el área de análisis e inversión en private equity de la española Altamar Capital Partners.

Este año, Bilbao enfrentó un nuevo matrimonio familiar. Esta vez le tocó caminar al altar con su hija mayor, Carolina (31 años), product manager de Forus.

2015, el año de las compras

Juan Bilbao es un hombre de escasa vida social. En 2015, tras la crisis que vivió por la denuncia de información privilegiada, no fue difícil reemplazar el ruido de la capital por la tranquilidad de su fundo, tanto así que fue extendiendo cada vez más sus estadías en la Región del Maule, donde además de su casa patronal y el desarrollo de negocios agropecuarios, también se encuentra su coto de caza. Esto permitió que el empresario volcara sus energías a explorar nuevas oportunidades en el sector.

Su banco de terrenos se concentra principalmente en Yelcho Inmobiliaria Limitada, cuyo capital asciende a US$ 30,5 millones. En los últimos tres años esta sociedad tuvo dos importantes movimientos societarios.

El primero fue en julio de 2014, cuando incorporó -mediante una fusión- a Asesorías e Inversiones Las Mercedes (cuyos socios eran Bilbao y su señora María Carolina Uribe Greber), Agrícola Pangue (en que sus tres hijos, Carolina, Juan y Fernanda, tienen un tercio de la organización) y Agrícola San Agustín (cuya propiedad recaía en Uribe y Felipe del Río Wilson), lo que incrementó su capital social a unos US$ 4 millones.

Consecuencia de esto, en abril de 2015, Yelcho Inmobiliaria incorporó 10 terrenos a su portafolio, transacción que aportó 253 ha, cuyo valor alcanza unos US$ 2,5 millones.

El segundo movimiento societario de Yelcho fue la absorción, en junio de 2015, de Asesorías Maitenhuapi SpA, sociedad de la que los hijos del matrimonio Bilbao Uribe eran desde 2014 propietarios de casi la totalidad. Esto implica que solo ostentan el derecho de propiedad y no el goce y uso de ella, que recayó en su padre. Esa condición se perpetuó tras la fusión, quedando Bilbao como usufructuario vitalicio del 81,66% del capital e interés social resultante en Yelcho, lo que se suma al 9,11% que ostentaba directamente.

Entre abril y diciembre de ese año, Bilbao concretó 12 compras de propiedades a diferentes lugareños de la zona, en representación de Yelcho, según registros del Archivo Judicial de Talca. Aunque tuvo que desembolsar unos US$ 3 millones, esto le permitió sumar 1.856,5 ha a su portafolio de propiedades en la Séptima Región.

Al shopping por los campos de San Rafael se sumaron diferentes modificaciones en sus sociedades. En agosto de 2015, la sociedad Buin Inversiones Limitada, en que participan sus tres hijos, cada uno con el 33,33% y su señora con 1%, se dividió, creando Inversiones Pangue Limitada. A su vez, Inversiones Río Claro S.A. -donde Buin ostentaba el 99,8%, Bilbao un 0,1% y Uribe Graber un 0,1%- se dividía también dando origen a Inversiones San Rafael S.A., con un capital de poco más de US$ 1.000, activos por más de US$ 26 millones y pasivos en torno a la misma cifra con las sociedades relacionadas Yelcho y Río Claro Fondo de Inversión Privado, el brazo de inversión de Bilbao.

Tras la multa de la SVS, el 17 de diciembre de 2015, los abogados de Bilbao, José María y Cristóbal Eyzaguirre, ingresaron un recurso de reclamación contra la decisión del regulador. Días más tarde, Inversiones San Bonifacio Limitada -que nació en 2013 de la división de Yelcho Ltda.- incorporó a Buin Inversiones Limitada como socio de la propiedad, lo que incrementó el capital social hasta los US$ 16 millones. Bilbao ostenta un 0,01%; Río Claro Fondo de Inversión, un 0,91%, y Buin Inversiones Limitada, un 99,08%.

El debut de los hijos

En enero de 2016, los abogados de Bilbao, Cristóbal Eyzaguirre y Alex van Weezel, ingresaron al Tribunal Constitucional una acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad por faltas al debido proceso y arbitrariedad en la multa de la SVS, alegando que las 90 mil UF con las que fue multado eran desproporcionadas.

Ese mes, uno de los abogados de Bilbao, Pablo Ramírez, creó Inversiones DBT SpA con un capital inicial dividido en 1.000 acciones, de las cuales suscribió solo una. Bilbao fue designado como administrador de esta sociedad.

A comienzos de febrero, la SVS solicitó a los tribunales que se ordenara congelar las participaciones de Bilbao en Yelcho, Inversiones BT, Inversiones San Bonifacio, BP S.A. y un conjunto de acciones en prenda, solicitud que fue denegada unos días después. El regulador apeló.

Con todo, Bilbao siguió de compras, desembolsando US$ 280 mil por cuatro terrenos en San Rafael, por unas 30 ha en el sector. Tres de las transacciones fueron hechas con Papelera Talca S.A., vinculada a la familia Schorr de esa ciudad.

En junio de 2016, la justicia volvió a rechazar la solicitud de la SVS que buscaba impedir nuevas reestructuraciones societarias.

En agosto de ese año, Juan Bilbao realizó ocho transferencias de propiedades inmobiliarias a nombre de Yelcho Inmobiliaria Limitada, con destino a Agrícola El Huapi, organización que comenzó actividades en 2015 y cuyas representantes en cada una de estas operaciones fueron sus hijas Carolina y Fernanda. El paquete de operaciones fue por US$ 2 millones.

Ese mes también albergó un cambio societario relevante. Inversiones San Rafael S.A. -que en 2015 nació de Inversiones Río Claro S.A.- absorbió a Inversiones BT SpA, que se creó en 2013 tras la división de Yelcho Inmobiliaria, con un capital de US$ 700 mil y con, en ese entonces, activos por unos US$ 36 millones. Esto dejó a Inversiones San Rafael con un capital de US$ 784 mil, cuya propiedad recae en Buin con 97,8%, Juan Bilbao con 2,09% y Uribe con 0,1%.

La lealtad de los suyos

Los que conocen a Bilbao dicen que tiene pocos amigos, pero muy leales. Y aunque la demanda de la SEC remeció a parte de ese núcleo, sus más cercanos siguieron apoyándolo aun cuando varios de ellos dudan respecto de su versión de los hechos. Y es que en privado, Bilbao ha insistido en que es inocente, que cuando se percató de la OPA de Abbott por CFR, su orden de compra de los ADRs ya estaba activa, que no supo qué hacer en ese momento y que eso le impidió tomar una decisión más activa.

Su núcleo duro es el mismo desde hace varias décadas: el gerente general de Quiñenco, Francisco Pérez Mackenna; el ex ministro de Economía de Piñera y dueño del Kitchen Center, Félix de Vicente; el ex ministro de Vivienda y ex presidente de la Asociación de AFP, Rodrigo Pérez Mackenna; el gerente general de Consorcio Financiero, Patricio Parodi, y Alfonso de Iruarrízaga -conocido como "Poncho"-, quien logró una medalla de plata en tiro al vuelo en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. También mencionan al ex Presidente Sebastián Piñera.

Otro que era muy amigo de Bilbao era el empresario, ex controlador de CFR, Alejandro Weinstein, sin embargo, diversas fuentes aseguran que con él está más distanciado.

Societariamente, Bilbao sigue vinculado a Patricio Parodi y Rodrigo Pérez Mackenna en las sociedades BP SA, que posee el 5,6% de Consorcio, y Nueva BP SA, que tiene entre sus activos las acciones de Watt's. En ambas sociedades Bilbao tiene un 52,71% de la propiedad, mientras que el 34,78% y el 13,04% restante recaen en Parodi y Rodrigo Pérez Mackenna, respectivamente.

También tiene una sociedad -Inmobiliaria 2000- con Parodi y los hermanos Rodrigo y Francisco Pérez Mackenna.

Bilbao también ha mantenido su círculo fuerte de asesores legales y financieros en Santiago, concentrados principalmente en Del Río & Cía. Abogados, un estudio formado en 1996 y el cual ha liderado la mayoría de sus movimientos societarios.

Habitualmente aparecen en las escrituras abogados que pertenecen a este estudio, uno de ellos es Felipe del Río Wilson, socio en Agrícola San Agustín con una acción, que cedió en 2014, cuando la sociedad se fusionó con Yelcho. También figura Pablo Ramírez Molina, quien junto a Juan Andrés Larrondo conformaron Inversiones Río Claro S.A. en 2013, suscribiendo cada uno una acción de las 1.000 con que se inició esa sociedad y que más tarde pasaría a ser de la familia Bilbao Uribe.

Andrés Méndez Cañon, también abogado de ese estudio, y el mismo Ramírez han ejercido como presidente y gerente general de Inversiones Polux S.A. respectivamente, sociedad que administra desde 2015 Río Claro Fondo de Inversión Privado, el brazo de inversión de Bilbao.

Judicialmente, la defensa de Bilbao está a la espera de lo que defina el Tribunal Constitucional, cuya resolución quedó en acuerdo el 11 de julio pasado y está siendo redactada. El resultado de ésta activaría el recurso de reclamación contra la multa de la SVS en el 30° Juzgado Civil de Santiago.