El ex velocista estadounidense Antonio Pettigrew, campeón olímpico en 4x400 metros en Sydney 2000, falleció debido a una sobredosis del antihistamínico "difenhidramina" y su muerte fue oficialmente atribuida a un suicidio.

El 10 de agosto pasado, Pettigrew, de 42 años, fue encontardo sin vida dentro de su automóvil y la investigación policial descartó las primeras conjeturas que se dieron sobre su fallecimiento, que pudo haberse debido a una hemorragia.

Tambien se reveló que el ex atleta había dicho a su esposa que rezara por él, en una conversación telefónica que mantuvo el día antes de que fuera encontrado su cuerpo sin vida.

Pettigrew conquistó la medalla de oro con el relevo largo en Sydney, pero posteriormente confesó que había usado sustancias anabolizantes para mejorar el rendimiento desde 1997 a 2003, lo que provocó que los cuatro corredores del equipo fueran despojados de las preseas. Junto a Pettigrew, integraron aquella final Michael Johnson y los hermanos Alvin y Calvin Harrison.

La confesión de Pettigrew, quien nunca dio positivo en un control de dopaje, ocurrió en 2008 durante el juicio a su entrenador Trevor Graham, quien estaba acusado de mentir a las autoridades federales en la investigación sobre dopaje de los laboratorios BALCO.

"Me dopé y ahora debo asumir las consecuencias", afirmó Pettigrew en su declaración ante el juez, a quien le precisó que Graham le indujo a inyectarse eritropoietina (EPO) y la hormona de crecimiento humano en 1997.

"Cuando empecé a doparme fui capaz de correr con regularidad los 400 en 44 segundos. Conseguía tiempos increíbles y me recuperaba más rápidamente", explicó Pettigrew en la declaración.

Tras reconocer el uso de sustancias de dopaje, Pettigrew perdió también las medallas de 4x400 de los Mundiales en Atenas 1997, Sevilla 1999 y Edmonton 2001. Sólo conservó las de oro en 400 metros y de plata en 4x400 en Tokio 1991, ambas conseguidas antes de consumir sustancias prohibidas.