Autor confeso de crimen de Etan Patz dijo que lo hizo "sólo por un impulso de matar"
El latino Pedro Hernández declaró más de tres horas ante la policía neoyorkina y se espera que esta jornada comparezca ante la justicia.
Pedro Hernández, el hombre que confesó haber asesinado al niño Etan Patz en Nueva York, un día como hoy pero hace exactamente 33 años, fue trasladado este viernes a un hospital, donde permanece bajo vigilancia, y se espera que comparezca en el juzgado a lo largo del día.
Hernández, de 51 años, fue detenido el miércoles en el estado de New Jersey, donde residía actualmente junto a su esposa Rosemary y su hija Becky, y permaneció bajo custodia policial hasta hoy, en que fue trasladado al centro hospitalario Bellevue de Nueva York.
En ese centro hospitalario quedó bajo vigilancia para prevenir intentos de suicidio, según la versión del diario The New York Times.
El originario de Puerto Rico, que cuando cometió el crimen tenía 19 años, fue interrogado más de tres horas entre el miércoles y ayer jueves por la policía. En su declaración preliminar aseguró que no conocía al pequeño cuando lo interceptó en la parada del bus el 25 de mayo de 1979 y que no sabe realmente por qué cometió el crimen. Sin embargo dijo que "sintió el impulso de matar", de acuerdo al diario New York Post.
Los investigadores del caso, que fue reabierto en 2010 por el fiscal de Manhattan Cyrus Vance, comenzaron a centrar sus sospechas en Hernández hace un mes, después de que la Brigada de Personas Desaparecidas recibiera el aviso de alguien que había escuchado a este vecino de New Jersey contar que había matado a un niño.
El jefe de la policía neoyorquina, Raymond Kelly, explicó en conferencia de prensa que "en los años que siguieron a la desaparición de Patz, Hernández relató a miembros de su familia que había asesinado a un niño en Nueva York".
Hernández describió a los investigadores que engañó al niño con la promesa de un refresco para conducirlo al sótano de la bodega donde trabajaba y que, una vez allí, lo estranguló, metió el cuerpo en una bolsa y la llevó a un bloque de edificios más allá, donde la dejó junto a otras bolsas de basura.
Por ello, Kelly afirmó que es "improbable" que los restos de Patz aparezcan.
Miembros de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) no encontraron restos óseos del menor cuando rastrearon en abril un edificio en el barrio del SoHo, una búsqueda que levantó una gran expectación y que puso sobre aviso a los familiares a los que el hispano Hernández había referido su crimen.
El caso de la desaparición de Patz, que se convirtió en uno de los primeros menores cuya imagen apareció impresa en cartones de leche por todo Estados Unidos, conmocionó durante años a la opinión pública y el entonces Presidente Ronald Reagan llegó a declarar el 25 de mayo como Día Nacional de Niños Desaparecidos.
Hasta ahora, el principal sospechoso había sido José Ramos, que en la actualidad cumple condena en una cárcel de Pensilvania por abusar de otro niño, y contra quien nunca llegaron a presentarse cargos por falta de pruebas.
Ramos salía con una mujer que trabajaba en el domicilio de los Patz, e incluso llegó a admitir que el día de su desaparición estuvo con él, aunque siempre negó haber secuestrado al niño.
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