El municipio de Tancítaro (Michoacán, oeste de México), está desde el pasado viernes sin gobierno, después de que su alcalde y todos los concejales renunciaran voluntariamente a sus cargos por miedo a amenazas del crimen organizado, confirmaron hoy fuentes del gobierno del estado.

Las policías federal y estatal son, por ello, las únicas entidades que controlan este pequeño municipio de 25.000 habitantes, cuyo ayuntamiento luce con barricadas hechas con sacos y rodeado de agentes.

Las presiones y el miedo han podido con sus gobernantes que el pasado viernes presentaron en el Congreso del estado de Michoacán "su renuncia voluntaria con carácter de irrevocable" y solicitaron declarar la desaparición de poderes en el municipio.

"Un acontecimiento como el que acaba de ocurrir fue producto de una amenaza directa a los miembros del ayuntamiento de Tancítaro", aseguró el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel, quien calificó el suceso de "lamentable".

El gobernador aseguró que se está trabajando en solucionar la situación y que, en primer lugar, "hay que resguardar a los habitantes de ese municipio y asegurar los servicios básicos para la población, de alumbrado, aseo público y vigilancia".

Además, añadió, como dicta la Constitución, en el caso de que un municipio se quede sin autoridad hay que llamar a los suplentes y, si éstos no asisten, se convocará un consejo municipal.

"De que va a haber Gobierno municipal en Tancítaro, va a haber, y va a haber seguridad para la población y los servicios básicos para la gente del municipio", aseguró.

Michoacán es uno de los estados de México más afectados por el crimen organizado, pues es el centro de operaciones del cártel de drogas La Familia, una de las organizaciones narcotraficantes más poderosas del país.

"Desgraciadamente estos hechos tan terribles no sólo ocurren en Michoacán, sino en otras partes del país, pero demuestran el grado de poder que tiene el crimen organizado", apuntó Godoy Rangel.

Según reflejan los medios locales, los últimos sucesos violentos acontecidos en Tancítaro tuvieron lugar el pasado 30 de noviembre, cuando familiares de algunos miembros del Gobierno fueron secuestrados y liberados, supuestamente, con la condición de que se produjeran las renuncias ahora conocidas.

Además, el pasado marzo el secretario de la localidad, Gonzalo Paz Torres, fue secuestrado, torturado y asesinado.