La policía y la fiscalía de Palermo manifestaron hoy sus dudas sobre la intención de suicidarse de quien fuera máximo jefe de la mafia siciliana, la Cosa Nostra, Bernardo Provenzano (79) arrestado en abril de 2006, y explican que se pudo tratar de un gesto para llamar la atención.

Los medios de comunicación italianos publicaron ayer que durante la noche del miércoles, los agentes penitenciarios de la cárcel de Parma intervinieron para evitar que Provenzano se suicidara tras introducir la cabeza en una bolsa de plástico.

El gesto no tuvo consecuencias para Provenzano, quien está en en el penal del norte de Italia tras ser detenido en una casa de campo a las afueras de Corleone (en Sicilia), después más de cuatro décadas huido de la justicia.

El secretario general del sindicato autónomo de la Policía penitenciaria (Sappe), Donato Capece, explicó hoy en un comunicado que el intento de suicidio de Provenzano fue una "simulación probablemente de cara a la visita siquiátrica que tenía programada".

Capece explicó como Provenzano intentó el supuesto suicidio sabiendo que había un agente penitenciario que le estaba vigilando y agregó que éste intervino inmediatamente para evitar "consecuencias". Por ello, Capace afirmó que el intento de suicidio les parece "un cuento".

Fuentes del Departamento para la administración penitenciaria del Ministerio de Justicia afirmaron a los medios italianos que se trató de "una farsa", ya que el llamado "jefe de jefes" de Cosa Nostra estaría intentando demostrar problemas psíquicos a pesar de que en las últimas pruebas a las que se le sometió se demostró que no sufre ningún problema.

Para estas fuentes, si "Binnu u tratturi", como le conocían en el clan de los Corleoneses, se quería suicidar lo podía haber hecho en un lugar menos vigilado como el baño.

Por su parte, el fiscal de Palermo Francesco Messineo destacó que tras el gesto, real o ficticio, era para llamar la atención sobre su condiciones de encarcelamiento.

Desde su arresto, Provenzano está bajo el llamado régimen "41 bis", conocido como de "cárcel dura", que comprende la vigilancia las 24 horas al día y que impide cualquier contacto con el exterior.

La defensa de Provenzano, condenado a cadena perpetua, ha presentado diversas peticiones en los últimos meses para que se cambien las condiciones en las que se encuentra preso el jefe mafioso alegando sus problemas de salud, entre ellos un cáncer de próstata y una isquemia que le ha afectado al cerebro.

La abogada de Provenzano, Rosalba Di Gregorio, señaló que hay que preguntarse qué hacía una bolsa de plástico en la celda de un preso encarcelado bajo el régimen "41 bis" y anunció que pedirá la apertura de una investigación.