Diferentes muestras de respaldo obtuvo el instructivo elaborado desde la Fiscalía Nacional con el objetivo de limitar las expresiones públicas de los persecutores sobre casos de contingencia, además de cuestionar las filtraciones surgidas desde el organismo hasta el punto de denominarlas como "corrupción".

El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, defendió la decisión del fiscal nacional, Jorge Abbott, al estimar que "los Tribunales y la Fiscalía están basadas en dos principios esenciales de nuestro país, que son la objetividad y la imparcialidad". En este sentido, la autoridad enfatizó en que el Ministerio Público "ha tomado una decisión para su propia institución, y es que las filtraciones afectan los objetivos básicos que debe tener la justicia".

Para el presidente de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, Pedro Araya (Ind), la decisión de Abbott "apunta en la dirección correcta". Según el parlamentario, "en el minuto en que un fiscal emite una opinión sobre alguna persona pierde la imparcialidad que la ley le obliga a tener". En este sentido, Araya coincide en que el instructiva se emite ante "algunos problemas de filtraciones" que enfrenta el Ministerio Público, lo cual consideró afectan el debido proceso.

Aún más enfático en la defensa de la medida fue el presidente del Colegio de Abogados de Chile, Arturo Alessandri Cohn, al declarar que la "Nueva Política Comunicacional del Ministerio Público" es una "buena noticia".

Para Alessandri, la resolución apunta a "evitar los excesos y abusos cometidos por algunos abogados y fiscales, ante lo cual, señala, "se requería un avance".

"Es un tema muy sensible y esta es la dirección correcta. Los funcionarios a veces emiten opiniones privadas que tienen efectos sobre la opinión pública y los jueces", estimó el representante de los colegiados.

Para Davor Harasic, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, el documento "establece principios con los que concuerdo". El académico valoró que desde la Fiscalía Nacional se esté impulsando una comunicación asertiva y sin equívocos.

Harasic descartó que en el instructivo el fiscal Jorge Abbott haya pretendido posicionar a la filtración como un hecho propio de corrupción, al aseverar que "el fiscal nacional no puede darle el carácter de corrupción a nada". No obstante, se mostró a favor de enfrentar este tipo de prácticas, al entender que "las filtraciones son especialmente perjudiciales". "Un fiscal no puede comunicar a través de una filtración. Atenta contra un principio de objetividad y no es susceptible a ser amparado en algún sistema".