Para Lenny Santos, guitarrista y cerebro musical de Aventura, el ascendente suceso de su banda en Chile es similar al resurgimiento de los pantalones "pitillo". "Esos pantalones apretados siempre estuvieron ahí y sólo ahora se pusieron de moda y son conocidos por todos. ¿Sirve como teoría?", explica y pregunta el músico a La Tercera, al teléfono desde Argentina durante este fin de semana y para ilustrar la explosiva devoción del conjunto que arribó ayer al país, y que cierra mañana la jornada de Viña 2011.
Se trata del cuarteto dominicano nacido en el Bronx neoyorquino e insigne de la bachata que en mayo del año pasado repletó el Movistar Arena con un espectáculo de casi tres horas que no tuvo gran difusión en los medios, en un fenómeno crecido a espaldas de las vitrinas más oficiales y similar al sucedido con Marc Anthony en 2008.
Antecedentes que precipitaron su fichaje para la cita en la Quinta Vergara y con los mismos resultados: pese a que gran parte de la atención se la han llevado gigantes como Roberto Carlos, Sting o el propio Alejandro Sanz, la agrupación fue la primera en agotar su noche -hace casi un mes y en la misma jornada que compartirán con Américo- y se postulan como uno de los créditos más populares del evento. Además, ya han despachado casi 20 mil boletos para el show que darán este jueves 24 en el estadio Bicentenario de La Florida. Es la conquista final de un grupo nacido en 1994, de histórico arrastre en el mercado latino de EE.UU., que ya ha repletado una decena de veces el Madison Square Garden y con un líder, el mediático Anthony Romeo Santos, que cada cierto tiempo trepa en los rankings de los más bellos elaborados por la revista People.
"Lo de Chile fue sorpresivo, pero también fue natural. Nunca dijimos: vamos a pegar aquí en Chile, vamos a hacer esto y vamos a obtener esto otro. Si lo hubiéramos forzado, no habríamos tenido resultados", vuelve a teorizar el dominicano. Según sus registros, antes de aterrizar el año pasado en Santiago revisaron el Facebook de sus seguidores en el país y los números eran alentadores: 10 mil inscritos. Además, un pequeño sondeo de productores locales arrojó que éxitos como Los infieles, Mi corazoncito y El perdedor rotaban con insistencia en emisoras destinadas a géneros más populares.
"Esa vez nos daba para hacer otro concierto, pero por agenda no pudimos. Entonces dejamos al público chileno muy caliente, con ganas de más. Y fue un honor que nos invitaran a Viña, no cualquiera llega. Nos enorgullece además estar junto a algunas leyendas, creo que después del Festival nosotros también seremos legendarios. Nunca se ha presentado un grupo de bachata ahí y esto va para los libros", cuenta Santos.
Independiente del destino inmortal de leyenda, hay algo concreto que espera a Aventura: tras las presentaciones en Viña y Santiago, la agrupación se tomara un receso de dos años, aunque con apariencia de disolución definitiva. Por algo su gira y su último álbum fueron bautizados como The last. Eso sí, Santos ataja: "No nos vamos a desintegrar. Era nuestro último disco con Sony, pero en nuestro contrato había una cláusula opcional para grabar otro álbum. El sello la ocupó y vamos a hacer algo nuevo recién a fines de 2012. Tras Chile, no daremos más concierto en mucho tiempo, en muchos años. Esto es una despedida y, después de 15 años, es fuerte dejar los escenarios".
Pese al paso al costado, los cuatro miembros de Aventura ya están depurando sus propias piezas solistas ("son trabajos muy íntimos", subraya el artista) y se mantendrán en la primera plana durante la próxima temporada. Además, en los próximos meses aparecerá un disco en vivo que recoge sus mejores conciertos de 2010, en el que está incluido su vitoreado paso por el recinto de Parque O'Higgins.
"Tenemos mucho material bueno y la capacidad para seguir conquistando el mundo", se lanza Santos. Al menos, por los resultados preliminares, la Quinta Vergara ya parece terreno colonizado.