Un avión impulsado por energía solar completó su histórico viaje de costa a costa en EEUU al aterrizar en el Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York.

El Solar Impulse despegó del Aeropuerto Internacional Dulles, en Washington, poco antes de las 5:00 de la mañana con rumbo a Nueva York y aterrizó poco después de las 11 de la noche.

El sábado encontraron una rasgadura en el ala izquierda del revolucionario aparato, lo que lo obligó a aterrizar tres horas antes de lo planeado. Las autoridades dijeron que ni el piloto ni el aparato parecieron estar en peligro.

El nuevo plan de vuelo obligó a las autoridades a eliminar un sobrevuelo sobre la Estatua de la Libertad y lo dirigieron directamente al JFK.

"Es un periplo en el que todo el mundo está muy emocionado", dijo Bertrand Piccard, uno de los dos pilotos que se turnaron al mando del Solar Impulse por Estados Unidos, poco después de despegar el avión.

Permaneció en la pista e hizo el saludo de pulgares arriba al elevarse el aparato.

Pese a ser una distancia relativamente corta, será un vuelo de larga duración. El aparato, de avance lento, voló entre dos de los aeropuertos de mayor tráfico del mundo y tuvo que despegar muy temprano por la mañana cuando el tráfico aéreo se reduce.

La aeronave, cuya energía es generada por 11.000 celdas fotovoltaicas, tiene un techo de vuelo de 30.000 pies (9.100 metros) y alcanza una velocidad máxima de 72 kph. El Solar Impulse partió de San Francisco en mayo y ha hecho escalas en Phoenix, Dallas-Fort Worth, Saint Louis, Cincinnati y Dulles.

El vuelo de costa a costa es de preparación para uno que en 2015 tratará de dar la vuelta al planeta con una versión mejorada.