Aviones de la Real Fuerza Aérea británica (RAF, por su siglas en inglés) atacaron durante la pasada noche un vehículo del grupo extremista Estado Islámico (EI) en Irak, informó hoy el Ministerio de Defensa del Reino Unido.
Un portavoz de esa cartera precisó que dos aparatos Tornado de la RAF llevaron a cabo una operación "exitosa" contra un camión de carga perteneciente al grupo yihadista.
Esos nuevos ataques efectuados por aviones británicos estuvieron destinados a apoyar a las fuerzas kurdas que operan sobre el terreno en su avance hacia posiciones del Estado Islámico en el noroeste de Irak, según agregó un comunicado de Defensa.
Los aviones de la RAF han participado en la campaña militar internacional en Irak desde que el pasado viernes el Parlamento diera luz verde a los bombardeos aéreos contra los yihadistas de ese grupo islamista radical en ese país.
Ambos Tornados de la RAF llevaron a cabo "un ataque de precisión con éxito contra un camión de carga, con una bomba guiada Paveway IV", según reveló Defensa.
Los primeros bombardeos de aviones del Reino Unido contra objetivos del EI en el país árabe se perpetraron el pasado martes, cuando estos aparatos atacaron "una posición de armamento pesado" y una furgoneta armada.
Aviones de la RAF dispararon también ayer misiles Brimstone contra una furgoneta cargada de armamento y un vehículo de transporte en el oeste de Bagdad.
Anteriormente a estos bombardeos, aviones militares de la Fuerza Aérea británica ya habían estado realizando en los últimos días misiones de reconocimiento para establecer objetivos claros de los yihadistas en Irak, desde una base aérea en Chipre.
La misión de los británicos está restringida al territorio iraquí y no puede ser extendida a Siria -para lo cual se precisaría de otra aprobación del Parlamento de Westminster-, después de que el Gobierno de Bagdad hiciera una petición de ayuda a Londres para combatir al EI.
El Ejecutivo británico ha manifestado su preocupación por el alcance de la violencia del Estado Islámico tras el asesinato de dos periodistas estadounidenses -James Foley y Steven Sotloff- y de un cooperante británico, David Haines.