Cazas sirios bombardearon los suburbios de Damasco y un auto bomba mató a 10 personas en la capital esta jornada, el último día de una tregua de cuatro días que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reconoció que había fallado.

Las partes se culparon una a otra por violar la tregua de la fiesta religiosa Eid al-Adha mediada por el enviado internacional Lakhdar Brahimi, quien pese a todo prometió continuar con sus esfuerzos pro paz.

"Estoy profundamente decepcionado que las partes hayan fracasado a la hora de llamar a suspender los combates", declaró Ban Ki-moon en Seúl. "Esta crisis no puede ser resuelta con más armas y derramamiento de sangre (...) las armas deben silenciarse", agregó.

Brahimi, después de reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en Moscú, manifestó su pesar de que el cese del fuego no haya funcionado mejor. Al ser consultado si pudieran enviarse fuerzas de paz a Siria, afirmó que no había planes inmediatos para eso.

Aunque el gobierno del Presidente Bashar Assad y varios grupos rebeldes aceptaron el plan para deponer las armas durante la festividad religiosa musulmana, fracasó a la hora de contener el derramamiento de sangre en un conflicto de 19 meses que ya ha costado al menos 32.000 vidas.

Según el grupo opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, 420 personas han muerto en Siria desde el viernes. Residentes de Damasco reportaron fuertes incursiones aéreas en los suburbios de Qaboun, Zamalka e Irbin durante la noche y este lunes, que dijeron que fueron los más intensos desde que cazas y helicópteros bombardearon por primeras vez partes pro oposición de la capital siria en agosto.

La televisión estatal siria dijo que mujeres y niños figuraban entre las víctimas de un "auto bomba terrorista" cerca de una panadería en Jaramana, en el sudeste de Damasco. Residentes de la ciudad afirman que el distrito es controlado por partidarios de Assad.

Medios estatales afirmaron que opositores armados de Assad habían roto la tregua durante toda la festividad de Eid. Los ataques aéreos en Damasco tuvieron lugar después de lo que los residentes dijeron que eran intentos fallidos de parte de tropas de invadir las partes orientales de la ciudad.

Brahimi, que visitará Beijing después de Moscú, afirmó que los nuevos actos de violencia en Siria no lo desalentarán. "Creemos que esta guerra civil debe terminar (...) y la nueva Siria tiene que ser reconstruida por todos sus hijos. El apoyo de Rusia y de otros miembros del Consejo de Seguridad es indispensable", agregó.

Rusia y China han vetado tres borradores de resoluciones de la ONU respaldadas por Occidente que condenaban al Gobierno de Assad por la violencia. Disputas entre grandes potencias han paralizado la acción de la ONU sobre Siria, pero los opositores políticos y armados del régimen también están profundamente divididos, un problema que sus aliados occidentales dicen que ha complicado los esfuerzos por entregar un mayor apoyo. Figuras de la oposición siria, incluyendo a comandantes del Ejército de Siria Libre, comenzaron tres días de conversaciones en Estambul el lunes en el último intento por unir a grupos dispares.