YouTube está viviendo una nueva crisis y esta vez no tiene que ver con sus YouTubers estrella. Esta semana se dio a conocer un masivo boicot por parte de las empresas que publicitan en el sitio, luego de que el gobierno del Reino Unido, el diario The Guardian y la compañía francesa Havas decidieran retirar todos sus anuncios del sistema de YouTube tras no obtener garantías de que sus promociones no aparecerían vinculadas a videos con contenido ofensivo o mensajes de odio, algo que hasta ahora ocurre de manera aleatoria, sin un filtro previo por parte de Google.
Tras este primer anuncio, más de 250 marcas siguieron el ejemplo y están retirando todas sus pautas publicitarias, incluyendo gigantes como Volkswagen, Toyota, Heinz, Volvo y Tesco. Y hoy, el golpe lo dieron dos de los mayores auspiciadores del sitio: los gigantes de las telecomunicaciones Verizon y AT&T -el tercer y cuarto lugar en cuanto a presupuesto de publicidad en Estados Unidos- sacaron de la red toda su publicidad hasta que YouTube arregle la situación.
Y el gigante de las búsquedas está tratando de solucionarlo, pero nada parece indicar que será posible en el corto plazo. Esto porque si bien la empresa está tratando de hacer un rastreo de videos vinculados a mensajes terroristas, racistas y misóginos, hay algunos que logran pasar la detección al utilizar palabras y tags en sus descripciones que el sitio determina como inofensivos, por lo que la única forma de poder descubrirlos es mediante los reportes de los usuarios.
A pesar de redoblar los esfuerzos, fue el propio Eric Schmidt, antiguo CEO de Google y actual presidente de Alphabet, quien reconoció que la compañía no puede garantizar que los avisos no se muestren junto a contenido que los avisadores consideren inapropiados, pero que pueden reducirlo al mínimo y por lo mismo, esperan comprensión de los avisadores.
La compañía se encuentra en un gran dilema, las acciones han caído 4 puntos y la paciencia se está agotando. Pero quizás el problema más grave es la opción que tendrá que tomar YouTube entre defender la libertad de expresión que siempre ha estado presente en su sitio y las peticiones de quienes sustentan el servicio para no ver a sus marcas relacionadas con lo ellos no piensan.