Los avistamientos de dos jaguares en el sur de Arizona marca la primera vez en que estos animales raros han sido vistos en el suroeste de Estados Unidos desde que uno fue atrapado ilegalmente en 2009 y luego murió, señal de que los animales se están moviendo ocasionalmente dentro de su rango histórico del norte de México y que en realidad podrían estar viviendo ahí de tiempo completo.

Un avistamiento el 19 de noviembre fue confirmado a través de fotografí­as, según el departamento de Caza y Pesca de Arizona. El piloto de un helicóptero federal también vio en junio a un felino grande corriendo a grandes zancadas por una ladera boscosa, en un avistamiento que ha sido considerado creíble, pero no confirmado.

Un felino macho fue obligado por los perros de un cazador a subir a un árbol el 19 de noviembre en el condado de Cochise, bastante al norte de la frontera Estados Unidos-México, dijo el jueves Mark Hart, vocero de Caza y Pesca. El cazador de pumas Donnie Fenn llamó a las autoridades de caza y luego tomó fotografías del felino de 90 kilogramos (200 libras) trepado en un árbol de mezquite.

Durante una conferencia de prensa el 23 de noviembre en Tucson, describió cómo el animal gruño y rugió a sus perros de caza.

El avistamiento de junio por parte del piloto de un helicóptero de Seguridad Nacional fue reportado primero el miércoles por el Arizona Daily Star.

Los avistamientos son excitantes para los biólogos debido a que muestran que los animales están utilizando hábitat al norte de la frontera Estados Unidos-México. Un jaguar llamado Macho B era el último jaguar conocido en Estados Unidos cuando murió después de haber sido capturado por un conservacionista en el 2009. Había sido documentado en Arizona por al menos una década.

Un ex subcontratista de Caza y Pesca se declaró culpable de violar la ley de especies en peligro por capturar al felino en el 2009 y un empleado de la agencia fue despedido por mentir a investigadores federales.

"Durante los dos años previos se desconoció la existencia de algún jaguar en Arizona", dijo Hart. "Ahora sabemos que hay al menos uno, aunque se está moviendo y no podemos decir dónde está ahora", señaló.

El jaguar es el felino vivo más grande del hemisferio occidental y habita principalmente en México, Centroamérica y Sudamérica, pero se sabe que transitan por el sur de Arizona y Nuevo México. Se pensaba que el único felino nativo de Norteamérica que ruge habí­a sido eliminado en Estados Unidos para 1990, hasta que fueron vistos en 1996 en el sur de Arizona.

Los felinos avistados recientemente "podrían ser dos o sólo uno" probablemente se están moviendo hacia el norte desde poblaciones más establecidas en los estados de Sonora y Sinaloa, en el noroeste de México, dijo Sergio Avila, un biólogo de vida silvestre de Sky Island Alliance, en Tucson. Se cree que en esa región viven varios cientos de estos felinos, y ellos no se detienen por una frontera artificial.

"A los jaguares no les interesa si están en Estados Unidos o en México", dijo Avila. "Nuestra organización documentó dos jaguares a finales del año pasado a sólo 48 kilómetros (30 millas) al sur de la frontera; así­ que para las jaguares esa es la misma región".

"Así que Macho B fue el último del que supimos en Arizona, pero no nos sorprende que estén apareciendo otros jaguares, porque sabemos que éste es un buen hábitat y sabemos que está conectado a sus poblaciones originales, así que pienso que necesitamos verlo en una perspectiva más amplia, una perspectiva regional", agregó.

No existen crías documentadas en sus territorios tradicionales en Arizona y Nuevo México, pero Avila señaló que eso no importa a los jaguares machos que están aquí, porque se sabe que viajan cientos de miles de kilómetros y pueden encontrar hembras para aparearse en México; y las hembras son más elusivas, por lo que podrían estar aquí.

"No descartaría que exista una población de apareamiento muy cerca de la frontera norte, o sur, porque hay mucho hábitat, hay muchas conexiones, hay mucha comida", dijo Avila. "Así que lo que prueban (estos avistamientos) es que los jaguares son capaces de sobrevivir en este lugar; y sí, nos gustaría tener hembras, pero eso no hace a los machos menos importantes", añadió.

El grupo de Avila fotografió dos jaguares a finales del año pasado a sólo 48 kilómetros al sur de la frontera de Arizona, y uno de ellos podría ser el mismo animal visto recientemente en el estado.

"El Departamento de Caza y Pesca de Arizona piensa que esto es emocionante, extraordinario significativo, pero hay científicos que sostendrían, y debemos respetar su opinión, que lo que se necesita realmente es ver una hembra o cachorros, o algo que sugiera que existe una población de crianza", dijo Hart.

"Estos son unos animales tan enigmáticos que es bastante probable que haya otros animales que simplemente no han sido vistos", señaló Michael Robinson, del Centro para la Diversidad Biológica. "Y esperamos con ansia el día en que se confirme también que hay nuevamente cachorros de jaguar en Estados Unidos", apuntó.

El grupo conservacionista le da crédito a sus acciones para que los jaguares fueran colocados en la lista de especies en peligro de extinción en 1997. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos está bajo el mandato de una corte para que desarrolle un plan de recuperación del jaguar y designe un hábitat crí­tico para los felinos. El próximo año se esperan anteproyectos sobre ambos requerimientos.