El avistamiento hoy desde un helicóptero de siete cadáveres en aguas del Mar Mediterráneo parece confirmar una nueva tragedia de la inmigración, dada a conocer ayer por cinco personas de Eritrea que aseguraron haber perdido a 73 compañeros en la travesía de Libia a la isla italiana de Lampedusa.

Un helicóptero del servicio europeo fronterizo Frontex avistó los siete cuerpos.

Según los cinco inmigrantes que fueron recogidos el jueves, ninguna de las embarcaciones que los vio durante su viaje quiso ayudarlos. "Somos los únicos supervivientes", dijeron. "Los demás fueron muriendo y tiramos sus cadáveres por la borda". Según narraron, habían partido tres semanas atrás de las costas de Libia.

Tras acabárseles el combustible, quedaron a la deriva en una embarcación neumática de doce metros de eslora, como las que suelen utilizar las mafias que introducen inmigrantes en situación irregular en Lampedusa.

Uno de los inmigrantes rescatados indicó que una patrullera los vio hace días. Les dio combustible y cinco chalecos salvavidas. "Entonces se fue y nos dejó allí, pese al estado en el que estábamos", indicó.

Fuentes militares maltesas confirmaron en La Valleta a la agencia dpa que las cosas sucedieron así. Malta cumplió con sus obligaciones internacionales, pero el oficial maltés al cargo no intentó evitar que los inmigrantes continuasen la travesía, dijeron. Los cinco inmigrantes, procedentes de Eritrea, quedaron varios días a la deriva.

El ministro del Interior italiano, Roberto Maroni, ordenó que se compruebe la versión dada por los náufragos. Los cinco fuero rescatados en muy malas condiciones de salud. "Están en los huesos", dijeron voluntarios de organizaciones humanitarias que atienden a los inmigrantes en Lampedusa. Occidente está cerrando los ojos ante el drama de la inmigración "como en tiempos del Holocausto", criticó hoy el periódico "Avvenire", que pertenece a la Conferencia Episcopal Italiana.

La llegada a Lampedusa de embarcaciones con inmigrantes que pretenden entrar ilegalmente en Italia ha descendido desde que Trípoli y Roma tomaron la controvertida decisión de localizar a los sin papeles en el mar y devolverlos a Libia.