Aunque el proceso de refichaje -que obliga a inscribir cerca de 18.500 militantes antes del 15 de abril a cada colectividad- ha generado tensión en todos los partidos políticos por sus dificultades en casi todas las regiones, existe una zona en particular que concentra el dolor de cabeza de quienes quieren mantener la legalidad a lo largo de todo Chile.
Se trata de la Región de Aysén, que no solo es un lugar con un reducido número de habitantes, sino que, además, registra la menor cantidad de votos en las pasadas elecciones parlamentarías, con un universo electoral de 37.731 sufragios.
Según dicta la ley, la cantidad de ciudadanos necesaria para la constitución de un partido político corresponde al 0,25% del total de votos emitidos en la última elección parlamentaria, lo que en el caso de esa región equivale a 94 personas.
Pese a ello, se determinó que la cantidad mínima en una región para que una colectividad quede constituida legalmente es de 500 afiliaciones por partido, lo que ha complejizado sobremanera las labores de refichaje.
De modo transversal, en privado se reconoce que no ha sido nada fácil para los partidos encontrar a cerca del 1% de la población electoral activa para cumplir el requisito mínimo en la "región maldita".
Según cifras oficiales del Servel, solo 1.080 personas han firmado por algún partido político en Aysén.
Al convertirse en un desafío para todos, la región ha adquirido un valor simbólico para el proceso de refichaje, por lo que el Partido Radical se ha propuesto cumplir el objetivo de afiliar a 500 militantes para lograr ser el primer partido en cumplir con la meta legal en Aysén antes del 15 de marzo.