Margarita es una vaca de cuatro años de Cataluña que fue separada de su madre al nacer. Debido a que era una vaca de lidia, o sea, de la línea de los toros bravos utilizados en corridas o encierros, si se le daba de mamar su madre no alcanzaría el peso correcto que esperaban.

Si bien en estos casos los animales son sacrificados, el ganadero a cargo de Margarita la entregó como regalo a un amigo que tenía una finca en donde podía pastar. Rápidamente este animal se convirtió en un ser muy querido por los habitantes de Tortosa, en España.

Al no tener contacto con otros animales de su especie, Margarita se crió como animal de compañía, siendo muy dócil con niños y adultos, quienes la apodaron "La dulce Margarita".

Sim embargo, pronto podría ir al matadero.

Actualmente existe una ley de la Comunidad Económica Europea en donde se estipula que "todo ganado no identificado será sacrificado". Margarita, al ser un regalo, no fue registrada en ganadería en su momento pues nunca fue empleada como ganado.

Frente a este caso, El Hogar ProVegan, una organización pro animalista, ha comenzado una gran campaña para poder reubicar a este animal a un santuario y evitar que las autoridades la sacrifiquen siguiendo la ley. La agrupación actualmente lanzó  una campaña en Change.org para juntar firmas y así lograr que Margarita no sea sacrificada.

"En El Hogar ProVegan, junto con otros santuarios, estamos luchando para salvar la vida de Margarita", indican en el petitorio. "Es una ternera huérfana, que no ha hecho nada a nadie, y tiene una sentencia de muerte porque las administraciones aplican la norma como si perteneciera a una explotación ganadera".