El sueño de los hinchas de Universidad de Chile desde hace ya varios años es la Copa Libertadores. La dos semifinales disputadas en los últimos cinco años, la última en 2012, les dejaron un extraño sabor de boca y la sensación de que el logro no parece tan lejano.
Sin embargo, en las dos últimas participaciones, la realidad les golpeó en la cara a los fanáticos. El equipo no pudo pasar la fase de grupos y todos los ojos apuntaron hacia la dirigencia por la forma en que se reforzó el plantel para afrontar el torneo internacional y fundamentalmente por cómo se despotenció cada fin de año.
Por eso, la misión este año apunta a retomar el protagonismo internacional que tuvo el club entre 2010 y 2012. Y aunque la inversión en refuerzos ha sido baja en relación a temporadas anteriores, la dirigencia tomó nota de los últimos fracasos en la Copa y decidió luchar por mantener el mismo plantel que salió campeón en diciembre pasado.
Tomando en cuenta los fichajes de Leandro Benegas y Maxi Rodríguez, quien llega mañana al país, Azul Azul no superó el millón y medio de dólares. Una cifra inferior a la que se gastó por ejemplo para disputar la Copa de 2012 (US$ 3 millones) y 2013 (US$ 2.5). Sólo el año pasado hubo menos gasto en refuerzos.
Esta vez, en la concesionaria confían en que el grupo que salió campeón del Apertura tiene la calidad suficiente para pelear palmo a palmo con los equipos brasileños y argentinos, los eternos candidatos a ganar el trofeo. De hecho, de los titulares y habituales suplentes que obtuvieron el título en diciembre último, no se marchó ninguno.
Una realidad distinta a la que se vivió por ejemplo antes de disputar la Copa 2012, cuando Jorge Sampaoli vio marcharse a Gustavo Canales, Eduardo Vargas y Marcos González. O en 2013, cuando Darío Franco no pudo contar con Matías Rodríguez . O el año pasado cuando antes del certamen se fue Charles Aránguiz.
En Azul Azul entienden que la plata muchas veces no hace la felicidad. Habrá que ver si esa premisa no les golpea en la cara en la próxima Copa Libertadores, el gran sueño de los hinchas de Universidad de Chile.