La venta de Patricio Rubio a los Gallos Blancos de Querétaro supuso un importante problema para Martín Lasarte. No obstante, los US$ 5 millones que pagará el cuadro azteca no dejan de ser un consuelo para Azul Azul, dueño de la mitad de la carta del futbolista.

Y es que con este último traspaso, la concesionaria que rige los destinos del conjunto universitario suma casi US$ 10 millones de dólares por concepto de ventas y algunos préstamos (como el de Cereceda al Atlético Paranaense) en los últimos seis meses. Las trasnferencias de Juan Rodrigo Rojas, Ezequiel Videla, Isaac Díaz, Matías Caruzzo y ahora Rubio, alimentaron enormemente la tesorería del club.

En el caso del paraguaya Rojas, Azul Azul vendió los derechos a Monterrey a cambio de US$ 2 millones, quedándose con la mitad de dicho dinero, pero que el restante 50% quedó para los dueños de la otra mitad de su pase. Algo similar a lo que sucerá con los dineros que se pagarán por Rubio.

En el caso de Díaz (que partió al fútbol mexicano a cambio de US$ 1.3 millones), Videla (vendido a Racing por US$1.1 millones) y Caruzzo (US$ 300 mil a Argentinos Juniors), la U era dueña de la totalidad de la ficha de cada uno de ellos, por lo tanto los montos ingresaron de manera completa a sus arcas.

Como se ve, más allá del problema futblístico que trae aparejada la partida de Rubio, los números en la concesionaria siguen siendo muy azules.