La ex Presidenta y actual secretaria de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, valoró las consecuencias en la ciudadanía que trajo consigo las movilizaciones en Medio Oriente.
Según planteó, las protestas esbozaron "un modelo para el resto del mundo", debido al surgimiento de "una fuerza joven que irrumpe en escena no ligada a las instituciones ni a las organizaciones políticas tradicionales, pero con un gran clamor por la libertad, la justicia social y la democracia".
No obstante, Bachelet lamentó que las cifras de participación femenina aún sean bajar y dijo que "la única manera en que esto no sea así es a través de medidas especiales transitorias, como asegurarnos de que hayan cuotas o leyes de paridad".
"La democracia no es solo el derecho a elegir, sino también el derecho a ser elegido", aseveró, añadiendo que "la igualdad de derechos de hombres y mujeres es el objetivo último de la democracia".
Por último, la ex Mandataria chilena reveló que la experiencia de su país le enseñó que la democracia es "un proceso que se puede ir perfeccionando gradualmente, pero hay algunos elementos que se deben tomar desde el comienzo, como una Constitución que garantice una paz verdadera".
"Es un proceso que tiene grandes dificultades y para el que no hay recetas", finalizó Bachelet.