A las 17.15 de la tarde de ayer, tres horas antes de la inauguración de la XIX Cumbre Iberoamericana en la histórica Torre de Belem de Lisboa, la Presidenta Michelle Bachelet estaba invitada al foro empresarial iberoamericano en esa ciudad. Sin embargo, durante la mañana, la agenda cambió. En lugar de los empresarios, la Mandataria optó por reunirse con la cantante colombiana Shakira en su calidad de impulsora de la fundación Alas, dedicada a apoyar iniciativas para el desarrollo temprano de los niños.

La sorpresiva cita con Shakira ayudó a distender la agenda de la Mandataria chilena a horas del inicio de la cumbre y poco después de que volviera a tocar el tema del supuesto espionaje a Perú en una entrevista a Canal 13. En la ocasión, Bachelet, además de corregirse tras señalar que Chile va a "investigar" -como pedía el gobierno peruano- en lugar de "estudiar" el caso, insistió en que hasta ahora no se ha llegado a ningún resultado concreto sobre el tema denunciado por Lima.

"Hasta ahora, lo que hemos podido aventurar, de mirar, no tenemos resultados concretos que nos orienten a ningún resultado claro sobre los antecedentes y, por lo tanto, vamos a seguir con un estudio más profundo", dijo.

Las palabras de la Presidenta, sumadas a las declaraciones hechas en Roma tras la audiencia con el Papa Benedicto XVI sobre la histórica disposición al diálogo de Chile para solucionar los problemas con sus vecinos, acrecentaron la atención de un eventual cruce entre la Presidenta y su par peruano en la cumbre. Según explican en la delegación chilena, sin embargo, no existe interés por un encuentro con el Presidente Alan García durante la cita multilateral.

Además, el mandatario peruano llegaría recién hoy en la noche a Lisboa, tras mantener una audiencia con el Papa en el Vaticano, y estaría sólo el martes en Portugal.

En la delegación chilena sí existe, en cambio, interés por marcar distancia con Perú en el estilo de manejar el tema e insistir en que Chile no es un país belicoso, sino con disposición al diálogo. En ese sentido se enmarcan las declaraciones de Bachelet tras su cita con Cristina Fernández y el Papa Benedicto XVI en Roma, donde insistió en la importancia de crear confianza mutua con los vecinos. Ello, además, con la intención de dejar clara la posición chilena antes del inicio del encuentro multilateral en Estoril.

La cumbre, que comienza formalmente hoy, se inauguró anoche en Lisboa con una cena de gala ofrecida por el Presidente de Portugal, Aníbal Cavaco, pasadas las 20.00 junto a la Torre de Belem.

Desde temprano se había instalado un estricto anillo de seguridad en torno al lugar de la ceremonia, que marcó el punto de partida de una cita que no contará con varios de los mandatarios latinoamericanos, como el venezolano Hugo Chávez, el ecuatoriano Rafael Correa y el paraguayo Fernando Lugo, entre otros.