Vestida completamente de morado ingresó Michelle Bachelet ayer hasta el Palacio de La Moneda, para dar inicio, de manera oficial, a sus funciones como Presidenta en ejercicio.

Su jornada de trabajo comenzó muy temprano, cerca de las 7.30, momento en que se reunió con los ministros Alberto Arenas (Hacienda), Javiera Blanco (Trabajo) y Fernanda Villegas (Desarrollo Social) en el Salón Toesca, donde firmaron el primer proyecto de ley de la segunda administración Bachelet: el bono marzo.

Posteriormente, la Mandataria encabezó el primer consejo de gabinete junto a sus 23 ministros, instancia en que les reforzó el sentido de urgencia con que cada ministerio debe iniciar sus funciones.

Sin embargo, la segunda jornada de Bachelet instalada en el Palacio de La Moneda estuvo marcada por un tema particular: las críticas que realizó en contra del gobierno de Sebastián Piñera por el estado en que sus ministros están recibiendo las distintas carteras, lo que hizo que desde el Ministerio del Interior se ordenara a todos los secretarios de Estado dar inicio a auditorías, para así determinar la situación real en que se encuentra cada repartición gubernamental.

"Está la percepción de que se gastó más plata en estos dos meses y 10 días, pese a que habíamos pedido que se gastara proporcionalmente", aseguró la Presidenta, durante la primera conferencia de prensa que ofreció tras su llegada a Palacio.

"La tarea que les hemos dado a los ministros es que revisen exactamente la situación en los ministerios, en las licitaciones, los puestos que hayan quedado amarrados el último tiempo, los que estuvieron vacantes por cuatro años y que se adjudicaron en el último mes", agregó la Presidenta.

En este mismo contexto, Bachelet respondió a las críticas que han surgido respecto de los despidos de funcionarios que se están produciendo tanto en La Moneda como en los ministerios.

Al respecto, la Mandataria aseguró que los despidos estarían dentro del proceso acordado con el propio ex Presidente Piñera, durante una de sus reuniones previas al cambio de mando, insistiendo, además, en que las remociones que se estaban realizando apuntarían sólo a aquellos cargos que son designados exclusivamente por la propia Presidenta o los ministros, los que, según Bachelet, debieron haber renunciado el 10 de marzo.

"Hay cargos en la administración pública que son de confianza política en todos los gobiernos, inclusive el saliente. Por lo tanto, esperamos que esas personas puedan presentar su renuncia", aseguró ayer la Presidenta.

Las críticas de Bachelet hacia el gobierno de Piñera no sólo se quedaron ahí. Otro de los cuestionamientos abordados por la Presidenta fue el estado económico del país, haciendo ver que el gobierno tendrá que hacer un "tremendo esfuerzo fiscal" para poder llevar adelante sus compromisos.

Ya al finalizar su segunda jornada de trabajo, Bachelet apuntó a un tercer flanco de críticas en contra de Piñera, esta vez, respecto del estado de las relaciones internacionales de Chile con Latinoamérica.

Desde un foro en la Cepal, la Presidenta aseguró que, bajo su mandato, Chile recuperaría el rol de promotor de la convergencia y la integración en América Latina: "Yo creo, y no hago más que constatar un hecho si digo que Chile, en los últimos años, ha perdido presencia regional y que en sus vínculos se ha priorizado excesivamente una visión economicista", concluyó.