En un encuentro con corresponsales extranjeros, la Presidenta Michelle Bachelet se refirió al Caso Caval, donde se indagan presuntas irregularidades en un negocio inmobiliario de la empresa de su nuera, Natalia Compagnon, quien esta jornada llegó a la fiscalía de O'Higgins tras ser citada a declarar.
Bachelet insistió en que se enteró de los negocios de su nuera a través de la prensa y descartó haber tenido contactos con el empresario Andrónico Luksic, quien en su calidad de vicepresidente del Banco de Chile recibió a Compagnon y a Sebastián Dávalos para abordar el crédito de 6.500 millones que permitió a Caval concretar la compra y posterior venta de los terrenos en Machalí.
"Obviamente yo nunca supe de esa reunión. No tuve nada que ver con ella, no la pedí y desde que volví a Chile, en marzo de 2013, no hablé con Luksic hasta noviembre de 2014. Yo no he tenido ninguna vinculación con nada de eso, ni con la reunión ni con el negocio, nada", dijo Bachelet en declaraciones publicadas por EFE.
Bachelet además reconoció que "a lo mejor ha sido un error quedarme callada, pero no he querido interferir en hechos que se están investigando".
En este contexto, y aludiendo a las indagatorias de los casos Caval y Penta, dijo que "cuando hay empresarios poderosos que están en la cárcel y que están siendo investigados; cuando hay familiares de la presidenta que están siendo investigados a ver si hay algún mérito de algo para pasar a otro proceso, eso demuestra que el Gobierno no está haciendo ningún esfuerzo para tapar ninguna cosa".
En el mismo desayuno Bachelet remarcó que "aquí no hay ciudadanos de primera y de segunda clase", para luego sostener que "más allá de la sensación de los chilenos de que aquí hay poderosos que se mueven y que hacen cosas, tanto en el mundo empresarial como en el mundo político, lo que ha pasado en nuestro país demuestra lo contrario", declaró la presidenta".
"UN GRAN ACUERDO NO SIGNIFICA UN ARREGLO"
Por otro lado, la jefa de Estado se refirió a las conversaciones en el mundo político para abordar un acuerdo o "camino institucional" para empujar reformas que permitan enfrentar los casos de corrupción.
"Un gran acuerdo no significa un arreglo, eso está fuera de discusión", enfatizó Bachelet, reforzando así la postura manifestada por el gobierno respecto de que la amnistía está descartada.
Bachelet pidió no realizar una "caza de brujas" ya que "puede haber hechos que sean ilegales y otros legales, aunque a uno no le gusten. Hechos que son corrupción y otros que no".
"Ésta es una situación difícil, compleja, pero como país vamos a saber aprovecharla para avanzar en una democracia más fortalecida y en separar definitivamente los negocios de la política", agregó.
Finalmente, la jefa de Estado aseguró que "no me interesa mi nivel de popularidad sino Chile. Cuando digo que hay que recuperar las confianzas, esa es mi tarea fundamental".