A las 18.40 horas aterrizó ayer, en el patio del Palacio Presidencial de Cerro Castillo, el helicóptero que trasladó desde Santiago a la Mandataria Michelle Bachelet.

La Jefa de Estado llegaba a Viña del Mar para encabezar un masivo encuentro con el oficialismo, cuyo objetivo era abordar en detalle los proyectos de la reforma educacional. La tarea principal del encuentro -comentaban en el oficialismo- era lograr unificar un discurso cohesionado del bloque y cerrar los flancos de críticas que ha debido sortear el Ejecutivo.

Con este ánimo, en una de sus intervenciones al inicio del encuentro, la Mandataria buscó zanjar el debate abierto tras la ofensiva del PS y la DC por un rediseño de la reforma, asegurando que no habrá una reestructuración del plan original del gobierno.

La misma idea fue reforzada en la cita por el ministro de la cartera, Nicolás Eyzaguirre, por el portavoz Alvaro Elizalde, en una vocería durante el encuentro, y públicamente por la propia Presidenta, en una entrevista a TVN que fue difundida mientras se desarrollaba el cónclave en el palacio presidencial de la Quinta Región.

"Hay un diseño hecho y lo vamos a continuar", afirmó Bachelet ante las cámaras.

En la cita se distribuyó a cada uno de los asistentes una copia del Mapa de la reforma, donde se detalla el cronograma para el envío de los proyectos faltantes de la reforma durante el segundo semestre.

Eyzaguirre puntualizó que serán 10 los proyectos que en total englobará la reforma y que cada uno contiene varias iniciativas. La primera de las que despachará el gobierno al Congreso será lo relativo a la carrera docente.

El encuentro en Cerro Castillo se prolongó hasta la medianoche. Durante la cena -en que se degustó un budín de verduras con congrio- la Mandataria pidió a los comensales ser breves en las intervenciones, para agilizar el debate.

Aunque el jefe de los diputados DC, Matías Walker, escribió en Twitter, durante el encuentro, que su partido compromete todos sus votos para aprobar la reforma, en la cita el timonel de la falange, Ignacio Walker, planteó que si bien la DC apoya los objetivos del proyecto, siempre debe haber flexibilidad a la hora de discutir los instrumentos.

Su postura fue refutada por su correlegionario, el diputado y presidente de la Comisión de Educación de la Cámara Baja, Mario Venegas, quien emplazó a todos a dar un respaldo "irrestricto" a toda la reforma. Lo mismo afirmó el senador Jorge Pizarro.

Durante la discusión, algunos legisladores también plantearon la preocupación ante una posible caída del respaldo ciudadano a la reforma. La Mandataria replicó que ese era un proceso normal, considerado para la primera parte de la tramitación, y abogó por la unidad del sector ante el cambio educacional planteado por el Ejecutivo.

"La educación en Chile no es de calidad, discrimina y es anticuada. La reforma integral propuesta por el gobierno da cuenta de esos problemas, promoviendo una educación de calidad para todos, gratuita en todos los niveles, de manera que ésta sea concebida como un derecho y no como un bien de consumo", dijo el ministro Elizalde, en una de sus vocerías.

La presentación de Eyzaguirre durante la cita fue afinada el lunes, cerca de las 20 horas, en una reunión de trabajo con el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.

Antes de comenzar la cita, en tanto, la Presidenta trabajó en su oficina en Cerro Castillo, para definir el mensaje que entregaría luego a los asistentes.

Antes del encuentro, en el oficialismo comentaban que su intervención -al igual que la del ministro de Educación- podría ser clave para alinear a todos los partidos de la Nueva Mayoría en torno a la reforma. Esto, considerando las constantes críticas cruzadas que han existido desde distintos sectores del bloque oficialista a algunos aspectos contenidos en los proyectos.

El líder socialista, Osvaldo Andrade, dijo ayer, antes de iniciarse el encuentro, que "no hemos tenido la capacidad de construir una masa crítica adecuada que sustente y respalde estas iniciativas, y creo que tampoco hemos visualizado con certeza algunas medidas que son contra culturales". En la misma línea, Ignacio Walker advertía: "Espero que sea un encuentro ordenador de los objetivos y del marco conceptual de la reforma".