A dos meses del polémico Tedeum evangélico donde recibió crítica se insultos, la Presidenta Michelle Bachelet se reencontró esta mañana con representantes de ese sector en el Palacio de La Moneda.
La Mandataria asistió a la ceremonia de celebración del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile donde rechazó las "expresiones de intolerancia" y destacó el rol dichas Iglesias en la sociedad.
"Si hoy como cada año celebramos este día es porque el valor de las Iglesias Evangélicas y Protestantes va más allá de ser la manifestación de la fe de una amplia parte de nuestra familia (...) es también porque ellas, dentro de cada uno de los distintos templos, construye un espacio de comunidad, de valores comunes, de apoyo, y de anhelos que de bien para nuestra tierra. Eso es lo que reconocemos y celebramos hoy", sostuvo la Presidenta.
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En esta línea, enfatizó que "el sólo hecho que estemos reunidos aquí simboliza la disposición de un país que valora las diversas expresiones de fe y su rol en el ámbito de lo público. Chile protege la libertad religiosa de sus habitantes en un plano de igualdad y de respeto. Hemos logrado que los valores de los distintos credos religiosos, y también de quienes no profesan ninguno, convivan en el espíritu de amistad cívica".
"Hemos aprendido que la expresión respetuosa de las convicciones le hace bien a nuestra Patria y nos enriquece como sociedad. Es esa la razón por la que nuestra institucionalidad ha ido abriendo los espacios para que la fe protestante pueda llegar con su mensaje de esperanza, de consuelo y orientación a los distintos espacios de nuestra cotidianidad", expresó Bachelet.
Así, la Mandataria aseveró que "el diálogo democrático entre las personas ha sido el entramado que sostenido nuestro país y en el que nos apoyamos para hacer de Chile una sociedad más abierta, respetuosa y protectora, particularmente de los más vulnerables. Hemos ido progresivamente haciendo de esta Patria un lugar donde cada hombre y cada mujer puede decidir y vivir sus valores y sus creencias con libertad y sin miedo, con el único requisito de respetar las decisiones, valores y creencias del resto y de su convivencia democrática".
"El espacio público es por definición el espacio común que nos hemos dado como ciudadanía, y en él las expresiones de intolerancia no tienen cabida porque todas las personas somos parte de él", culminó Bachelet.