Los siete jefes de partido de la Nueva Mayoría cerraron anoche su jornada en medio de la incertidumbre y -algunos- con evidentes muestras de molestia.

Y es que en la antesala del anunciado cambio de gabinete la elite oficialista no tenía certezas de quienes se mantendrían ni quienes abandonarían el equipo ministerial de la Mandataria Michelle Bachelet. Ello pese a que ayer desde la Presidencia confirmaron que la jefa de Estado tomará esta mañana, a las 9.00 horas en el Salón Montt Varas, el juramento a los nuevos secretarios de Estado.

Como ha sido la tónica de las últimas 108 horas -desde que la noche del miércoles 6 Bachelet informó que haría ajustes a su equipo- los jefes de partido se mantuvieron en contacto, intercambiando la casi nula información de que disponían.

La incomodidad de los timoneles trascendió al entorno presidencial  y, algunos de ellos, fueron contactados por la jefe de gabinete de la Mandataria, Ana Lya Uriarte, para pedirles respaldo en nombre de Bachelet para las futuras nominaciones. También se les convocó, anoche, a la ceremonia de juramento.

Al cierre de esta edición en la elite oficialista se enfatizaba que no conocían el diseño en el que ha trabajado la jefa de Estado en su residencia de La Reina, donde ha permanecido desde el viernes 8.

Bachelet, en tanto, suspendió el viaje que tenía programado hoy a Paraguay.

Segundo tiempo

El cambio de gabinete que se oficializará hoy constituye -a ojos de la Nueva Mayoría y la Alianza- un segundo tiempo para La Moneda.

Bachelet decidió remover a parte del equipo con que debutó en su segundo mandato en medio de una fuerte crisis que tiene a su propia imagen en los peores niveles de aprobación de su trayectoria política.

"Estamos todo el gabinete todavía en funciones, como nos ha pedido la Presidenta, el día de mañana (hoy) se anunciarán esos cambios y frente a eso seguimos trabajando", sostuvo la aún ministra del Sernam, Claudia Pascual (PC), una de las escasas secretarias de Estado que ayer realizó actividades públicas.

El resto de sus pares ya a partir del sábado había comenzado a suspender su agenda.

Contactados por sus respectivos jefes de partido, los titulares de las distintas carteras evidenciaban nerviosismo, el que se agudizó luego que desde la Presidencia se realizara -pasadas las 23 horas- una convocatoria para que todos los ministros se presentaran a las 8.45 horas en Palacio.

En medio de la incertidumbre, en todo caso, en el PPD -cuyos líderes se reunieron anoche en la casa del senador Guido Girardi- ya daban por segura la salida del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.

Ha sido el reemplazo del jefe de gabinete -quien ya se despidió de sus colaboradores - el que ha demorado las nominaciones.

El miércoles 6, al anunciar por TV el ajuste, la Mandataria se había autoimpuesto un plazo de 72 horas el que -sin embargo- no pudo cumplir.

"La salida de Rodrigo Peñailillo marca el fin de un círculo de colaboración muy cercano a ella desde el primer gobierno", afirmó anoche el ex jefe de Comunicaciones del primer mandato de Bachelet, Juan Carvajal, en Canal 13.

Aunque en el propio partido que dirige Jaime Quintana sostenían que no había existido una comunicación directa con la Presidenta, los mensajes de la colectividad apuntaban a que esperaban mantener un representante en el comité político de La Moneda.

En la DC, en tanto, se apostaba a amplificar el protagonismo del partido en el seno de gobierno. Hasta hoy, la colectividad que dirige Jorge Pizarro sostenía una tensa relación con la titular de la Segpres, Ximena Rincón. En el círculo de la ministra, en todo caso, se señalaba ayer que podría mantenerse en el gabinete, quizás en otra cartera.

El eventual reemplazo del titular de Hacienda, Alberto Arenas (PS), también ha concentrado en los últimos días especial atención. No solo por la cercanía del personero socialista con Bachelet -lideró la conformación del programa de gobierno- sino que también porque su remoción resultaría inédita en los gobiernos de los últimos 20 años. En el entorno del jefe de finanzas, no obstante, las señales apuntaban a que permanecería en su cargo.