Tras finalizar el acto de promulgación de la ley sobre "información, orientación y prestaciones en materia de regulación de la fertilidad", que faculta a servicios públicos a distribuir la "píldora del día después", la Presidenta Michelle Bachelet bajó ayer rápidamente del escenario -ubicado en el Patio de los Cañones- a saludar a las ex ministras Carolina Tohá y Laura Albornoz, quienes habían renunciado al gobierno para sumarse a la campaña de Eduardo Frei.
Tras la derrota electoral, varios se veían con los ojos llorosos y eran muy pocos los que sonreían. Incluso, la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, abandonó el lugar llorando. Pero en su discurso Bachelet, quien en la mañana había visitado al Presidente electo, Sebastián Piñera, intentó levantar los ánimos y envió un recado con miras a las últimas semanas de gobierno.
"Hace unas horas tuve ocasión de honrar una tradición republicana y visitar al candidato ganador. Y le he dicho que gobernaremos hasta el último día sin descanso, porque ese es nuestro compromiso con Chile y con nuestra gente", dijo.
La frase daba cuenta de su apuesta para sus últimos dos meses de gobierno. Por un lado, mantener las formas democráticas para un traspaso de mando ordenado, pero, por otro, mantener las distancias, no variar la agenda hasta el 11 de marzo y evitar la imagen de un "cogobierno".
CONSEJO DE GABINETE
El primero que había remarcado el punto había sido el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, quien el domingo pasado -y luego de transformarse en la primera autoridad gubernamental en reconocer el triunfo de Piñera-, recalcó que habrá un traspaso "ordenado", pero "no va a haber, bajo ningún aspecto, cogobierno. Hemos sido muy claros: vamos a gobernar hasta el último día".
La instrucción también será formalizada y recalcada en una reunión de consejo de gabinete que se realizará a partir de las 8.30 en La Moneda.
En el entorno de la Presidenta, afirman que la Mandataria está decidida a evitar que su gobierno pase a un segundo plano en favor de la nueva administración.
La apuesta de Bachelet es desplegar una agenda de actividades públicas vinculada a obras Bicentenario en las casi ocho semanas de gobierno que restan, además de varias giras internacionales, en las que figuran viajes a Bolivia, México, Haití, Guatemala, Argentina y Uruguay.
Entre las obras que aparecen en su agenda está la inauguración del nuevo coliseo del Estadio Nacional -como parte de la Red de Estadios Bicentenario-, la entrega de la primera etapa del Centro Cultural Gabriela Mistral, el Parque Cultural de Valparaíso, la apertura del Centro Cultural Embajada de Chile en Buenos Aires, una visita a los participantes de la Regata Bicentenario en Mar del Plata, un recorrido por la Ciudad Parque Bicentenario y su asistencia al Congreso de la Lengua Española, que se realizará en Santiago y al que asistirá, entre otras personalidades, el Rey Juan Carlos de España.
Además, afirman en Palacio, en los próximos días se reactivarán algunos temas legislativos, como será el proyecto que crea el Ministerio de Seguridad Pública. Además, afirman, se buscará volver a poner en agenda el proyecto sobre fideicomiso ciego y se enviará el texto sobre la declaración de patrimonio de las autoridades.
En el entorno de la Mandataria señalan que no se tomará vacaciones, salvo un par de días de descanso en febrero. Algunas fuentes de gobierno aseguran que Bachelet optaría por un descanso prolongado durante marzo, en su casa del lago Caburgua, con amistades cercanas, entre ellas, la vicepresidenta de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, Estela Ortiz.