En una de las últimas actividades públicas en la sede de calle Tegualda -que a partir del 1 de julio será reemplazada por las oficinas instaladas en la ex fábrica de sombreros Girardi- y en compañía de los encargados pro- gramáticos de su comando, Alberto Arenas y Ricardo Lagos Weber, Michelle Bachelet presentará hoy los detalles de su reforma tributaria.
Según la estimación de la propia ex presidenta, la iniciativa -que sería aplicada en forma gradual en los cuatro años de un eventual futuro gobierno- recaudará más de US$ 8 mil millones. Aquello, según ha explicitado, significan unos tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
Los ajustes tributarios de la propuesta -con la que, además de la reforma educacional, Bachelet pretende financiar también una serie de programas y el déficit estructural de un punto que heredaría de la actual administración- han sido cuestionados por el gobierno e incluso, por sectores de oposición. En especial, los dineros que ingresarían a las arcas fiscales por el alza del impuesto a las empresas de un 20 al 25% -con exclusión de las pymes- y una rebaja al tope del impuesto a las personas desde un 40 al 35%.
Ayer, en una entrevista a radio Cooperativa, el Presidente Sebastián Piñera se sumó a las críticas, señalando que los anuncios de Bachelet "no generan las certidumbres y condiciones para que los países crezcan".
Aunque tras la ofensiva que el gobierno ha lanzado esta semana para rebatir las cifras planteadas por Bachelet -las que también han sido cuestionadas por su ex ministro Andrés Velasco-, su equipo ha optado por el hermetismo, la ex mandataria respondió ayer a los dichos de Piñera y dijo que "más que estar preocupado por mi persona, el gobierno debería dedicarse a gobernar para todos".
La propuesta de Bachelet, elaborada por un equipo liderado por Arenas, ha sido conocida sólo en términos generales por los jefes de partidos. La idea es que hoy la candidata pueda contrarrestar, con cifras en mano, los reparos a las números que involucra su iniciativa.
Entre los nuevos detalles que se anunciarán hoy, están contemplados más incentivos a las pequeñas y medianas empresas y una inédita modificación al Fondo de Utilidades Tributarias (FUT).
NUEVOS MECANISMOS
El FUT es una de las exenciones tributarias de mayor impacto para las grandes empresas. En la práctica, es un libro de control que debe ser llevado por los contribuyentes que declaren rentas efectivas en primera categoría, donde se encuentra la historia de las utilidades tributables y no tributables generadas por una empresa.
Desde los partidos que respaldan a Bachelet -y en especial en el PPD- han exigido el fin del FUT o su reemplazo. Esta última idea fue acogida por la comisión que, además de Arenas y Lagos Weber, integran Andrea Repetto, Michael Jorrat y Oscar Landerretche, quienes han trabajado toda la semana alistando los pormenores de la iniciativa.
El FUT será reemplazado por otro mecanismo que, según cuentan desde las colectividades, buscan favorecer el ahorro y la inversión de las empresas.
Con esta modificación, el equipo económico de Bachelet calcula que podrá recaudar prácticamente la mitad de los US$ 8.200 millones que proyecta en los cuatro años de gobierno.