Aunque habían pasado sólo cerca de 15 días desde que fuera enviada la nota a Caracas solicitando al gobierno de Venezuela su beneplácito para el embajador Luis Palma Castillo, un  repentino cambio de planes decidió realizar la Cancillería chilena.

Por decisión de la Presidenta Michelle Bachelet fue retirada la solicitud ante las acusaciones que surgieron en torno al nombre de Palma Castillo, quien se desempeña hasta la fecha como embajador en Jordania.

Según un memorándum secreto   -atribuido a la CNI para justificar un autogolpe de Estado tras el triunfo del No en 1988-, el diplomático habría alertado a los organismos de seguridad del riesgo de un supuesto atentado contra Augusto Pinochet.

El documento -divulgado por el periódico El Periodista- menciona que Palma, cónsul de Chile en Londres en 1988, habría sostenido una reunión con un ciudadano germano-federal, radicado en la capital inglesa, que le señaló "poseer antecedentes sobre la preparación de un atentado terrorista destinado a asesinar a S.E. el Presidente de la República".

Aunque en el gobierno y en organizaciones de DD.HH. existen dudas sobre la confiabilidad del contenido de esos documentos, las imputaciones sorprendieron a la Presidencia y la Cancillería.

El gobierno de Venezuela no se había pronunciado sobre la nominación recibida hace 15 días. Fuentes venezolanas comentan que también generaban suspicacias algunos aspectos curriculares de Palma, quien se inició en el servicio exterior en 1976 y estuvo destinado en Sudáfrica en los tiempos en que el gobierno militar chileno tuvo una amplia colaboración con el régimen del apartheid.

Consultado por el tema, el ministro (S) de RR.EE., Alberto van Klaveren, dijo que no haría comentarios del retiro de la solicitud a Venezuela y que tampoco se hará cargo de "acusaciones que se hacen respecto de funcionarios de la Cancillería".

Palma conoció a Bachelet en los 90, cuando servía de enlace entre  Cancillería y Defensa. En ese tiempo, la Presidenta era asesora del Diego Portales. Además, Palma es cercano a Van Klaveren, quien ha prologado algunos libros de Palma.