Eran las tres de la tarde en Bariloche y el Presidente de Perú, Alan García, yacía en su puesto con los ojos cerrados por el sueño, mientras otros mandatarios aprovechaban de comer un sándwich. Habían pasado casi cinco horas ininterrumpidas de debate en la cumbre extraordinaria de Unasur para evaluar el acuerdo militar entre Colombia y EE.UU.

Sin embargo, a pesar de los momentos tensos y a ratos tediosos de esa discusión, en la delegación chilena persistía la aprensión ante la posibildiad de que Alan García, tocara el tema de las conversaciones entre Chile y Bolivia por la agenda marítima, según el mismo mandatario peruano había sugerido en declaraciones hechas el martes pasado.

Y aunque García no trató directamente el tema, sí apuntó implícitamente a Chile, haciendo una velada crítica al gasto militar. El mismo García había dicho el domingo pasado a La Tercera que "mucha gente cree que Chile está en una carrera armamentista".

"Es vergonzoso que presidentes que decimos actuar por el pueblo hayamos comprado el año pasado 38.000 millones de dólares en armas", dijo ayer el gobernante, quien agregó que con ese dinero gastado en 2008 se pudo haber solucionado problemas de miles de personas.

Además, propuso que el Consejo de Defensa de Unasur supervise el armamentismo y las alianzas militares en la región, lo que tuvo apoyos de Ecuador y Argentina, pero sólo fue recogido en términos genéricos en la declaración final.

"Hablando de integración reunidos en la linda Bariloche (...) saldremos de aquí a comprar más armas", agregó en tono irónico García, quien se cuidó de no mencionar a Chile y de expresar su queja a nivel general. Sus dichos, además, se ajustaban a lo que había anticipado semanas atrás el canciller peruano José Antonio García-Belaunde, de que en Unasur podría tratarse la preocupación que existe por las compras chilenas.

La Presidenta Michelle Bachelet no dejó pasar como inadvertida la mención de García y defendió la política de transparencia chilena en materia de gasto militar, y mencionó que con Argentina se aplica la metodología de la Cepal para homologar la medición del gasto militar.

"No hablamos de cosas que hay que partir de cero. Nosotros lo hemos hecho (con Argentina) por medio de Cepal y se lo hemos propuesto a Perú. Porque cuando uno mira gastos en Chile, todo el gasto de orden y seguridad y de lucha contra el narcotráfico está en el Ministerio de Defensa, a diferencia de otros países. Por lo tanto tenemos que establecer metodologías estandarizadas para que no mezclemos peras con manzanas", dijo.

La contraposición de argumentos de Bachelet y García no es nuevo y ha sido el nudo que ha entrabado en los últimos años la agenda de Defensa entre ambos países. En 2002, el gobierno de Lagos propuso a la administración peruana de Alejandro Toledo aplicar la metodología de la Cepal para aplicar los mismos estándares para medir el gasto militar, pero las tratativas no han avanzado.

Bachelet, quien el jueves se había comunicado con algunos de sus pares sudamericanos para evitar que escalara el conflicto, al menos un guiño del Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quien elogió la transparencia de las adquisiciones chilenas.

El Presidente brasileño, Ignacio Lula Da Silva, por su parte, mencionó también en su intervención que era necesario que la región no se quedara en los conflictos del "siglo XIX". El presidente de la Unasur, Rafael Correa, quien el jueves dijo que las conversaciones chileno-bolivianas podían ser tratados en una próxima cita del organismo, tampoco tocó el tema ayer.

Los gastos militares

Según el Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo, en el año 2008 Chile gastó US$ 5.395 millones en compras militares, lo que corresponde al 3,4% del PIB.

Perú, en tanto, destinó al ítem US$ 1.458 millones, correspondiente al 1,2% del PIB de esa nación, de acuerdo con los datos del mismo organismo.

En Santiago, sin embargo, se argumenta que los gastos no son homologables, pues el Ministerio de Defensa chileno incluye desembolsos que los demás países no consideran como, por ejemplo, en seguridad y en las policías.