EX MANDATARIA PIDE MANTENER RITMO DE CANDIDATURA
Una de las primeras decisiones de la ex Presidenta Michelle Bachelet fue contactarse ayer con el abanderado único del oficialismo, Pablo Longueira.
Bachelet tomó el teléfono cerca del mediodía y conversó por un par de minutos con quien será su contendor en noviembre próximo.
Poco antes, la ex mandataria había terminado una tensa cita con la DC, tras la cual se reunió con parte de su equipo más cercano, entre los que sobresalen el jefe de programa, Alberto Arenas; el secretario ejecutivo del comando, Rodrigo Peñailillo, y el jefe de comunicaciones, Alvaro Elizalde.
Junto con analizar en frío los resultados y efectos de la decisiva jornada del domingo, la ex funcionaria de la ONU transmitió a su entorno un mensaje que ya había hecho público en su discurso tras conocer la abultada victoria. Los números oficiales de la primaria de la Nueva Mayoría la situaron en el mejor escenario: ganó con el 73%, registrando una votación equivalente a 1.561.563 votos, lo que, considerando la votación total del proceso de primarias, representa un 53%. En círculos opositores, de hecho, comentaban ayer que la elección del domingo era un ensayo de la primera vuelta de noviembre.
En dicho escenario de triunfalismo, la ex presidenta pidió a sus más cercanos internalizar el mensaje en las filas opositoras.
"La carrera presidencial no es una carrera ganada. El peor error, por más felices que estemos hoy día, es bajar la guardia", dijo la noche del domingo, en el Hotel Plaza San Francisco.
Esa fue la base de las coordenadas que Peñailillo transmitió en la tarde de ayer a la mesa directiva del PPD, en el almuerzo al que fue invitado especialmente junto a la jefa territorial del comando, Orieta Rojas, y el jefe de las vocerías de la campaña de Bachelet, Robinson Pérez.
En la cita, que fue abierta con un brindis de champán, el secretario ejecutivo del comando reafirmó la decisión de la ex mandataria de reestructurar completamente su comando de cara a la primera vuelta de noviembre.
El proceso, según lo transmitido por el dirigente PPD, tendrá dos prioridades: incorporar lo más rápido posible a dirigentes de la DC a la primera línea, pero, además, apuntar a las figuras PPD y DC que integraban el círculo de confianza del candidato independiente Andrés Velasco.
La idea es ganar tiempo para captar su electorado, mientras el ex ministro de Hacienda resuelve sus próximos pasos.
En términos estratégicos, y en paralelo a la reanudación de la negociación parlamentaria de parte de los timoneles opositores, ayer trascendió que una de las primeras tareas del nuevo comando será revertir el escenario registrado en la Región Metropolitana, la única región donde obtuvo menos del 50% de los votos totales.
ABANDERADO OFICIALISTA REESTRUCTURA EQUIPO EN MEDIO DE TENSION CON RN
Un par de llamadas telefónicas a las bancadas de RN realizó ayer en la mañana Joaquín Lavín, generalísimo del ahora candidato único del oficialismo, Pablo Longueira.
La idea del comando gremialista era gestionar un encuentro de Longueira con los diputados y senadores de RN, para comenzar a dar desde hoy señales de distensión después de la campaña por las elecciones primarias de la Alianza, donde el abanderado UDI se impuso a Andrés Allamand por un estrecho margen.
Pero un diputado RN, que pidió reserva de identidad, dijo que le recomendaron a Lavín aplazar el encuentro para una fecha posterior.
Los senadores de RN, en tanto, aceptaron hacer un gesto al candidato oficialista, aunque limitaron la cita a sólo 10 minutos para tomarse fotos.
En el comando de Longueira están conscientes de que el ambiente aún está caldeado, por lo que están dispuestos a dar un margen de tiempo a RN para apaciguar los ánimos.
En la UDI dicen estar preocupados por la tensión, ratificada por el inicial gesto privado de Allamand a Longueira el domingo en la noche y la antesala de la primera reunión "pública" que ambos sostuvieron ayer (ver nota página 4).
En RN dicen estar resentidos con los gremialistas y, en especial, con el rol que jugó en la campaña Lavín, a quien responsabilizan de haber fustigado a Allamand como el culpable de la fallida candidatura de Laurence Golborne. Al ex edil se le reconoce autoría del concepto de "centro social", que implícitamente ubicó a Allamand como un político sin trayectoria en materia de pobreza.
Para tratar de distender el ambiente, la directiva UDI de Patricio Melero pidió a Carlos Larraín una suerte de cumbre para definir las líneas estratégicas.
Por ahora, mientras decantan las rivalidades de la primaria, la apuesta gremialista será sumar a independientes y, en particular, a los líderes del movimiento Evolución Política (Evópoli).
Dentro de las primeras medidas para reestructurar su comando, Longueira busca fichar al actor y ex ministro de Cultura Luciano Cruz-Coke, quien era uno de los miembros más populares del gabinete de Sebastián Piñera y salió del gobierno para apoyar a Allamand.
Cruz-Coke, junto al ex ministro de Mideplan Felipe Kast, concurrieron la noche del domingo a la sede de la UDI para felicitar a Longueira.
Ambos rostros, a juicio del gremialismo, son cartas importantes -como también lo puede ser, eventualmente, Golborne- para comenzar a armar una red de independientes detrás de la campaña oficialista. A esto se suma que, a juicio de fuentes UDI, el perfil más liberal de Cruz-Coke ayudaría a "ablandar" la imagen de Longueira.