"Habrá elecciones en Chile en diciembre y ella abandona la presidencia en marzo, pero afronta los pocos meses que le quedan al mando de su país con filosófica, e incluso risueña, serenidad". Así describe hoy el diario español El País la manera cómo la Michelle Bachelet está enfrentando este período de elecciones.

Período que por lo demás coincide con un repunte en la popularidad que alcanza en los sondeos, y que el medio utiliza para preguntarle si no es razón para cambiar la Constitución con el fin de prolongar su período.

"Creo que en la vida como en la política hay que ser ética y estética. Jamás cambiaría yo una situación para beneficio personal", señaló Bachelet. Además de reconocer que el poder no le ha generado esa droga.

"No quiero caricaturizar..., pero... parece ser que en el caso del hombre se ofrece una suerte de atracción fatal más potente por el poder. Le pasa una cosa distinta (aunque insisto en que hablo en términos generales, y hay excepciones). Se le produce una atracción por el poder que vive de manera diferente de una mujer. No estoy hablando de Presidentes de la república. Lo he visto en jefaturas diversas, ministerios, muchos sitios: hay gente espléndida, encantadora, que cuando llegan a un cierto cargo se transforman en pequeños dictadores. Algo les pasa con las alturas. Llegan y se marean", agregó.

Argumentando que esta diferencia puede explicarse por la menor exposición al poder que han tenido las mujeres.

En la entrevista, la Mandataria también hizo un análisis sobre la situación actual del país en términos económicos y sociales, destacando el avance que durante su gobierno ha tenido el diálogo entre los distintos actores.

"Hemos avanzado mucho en el reencuentro entre esos dos Chiles. El entendimiento llega a través del diálogo o, cuando el diálogo no es posible, a través de mecanismos democráticos y pacíficos que tenemos para resolver nuestras diferencias", señaló.