La exposición del senador Ricardo Lagos Weber sería la protagonista de la reunión de la mesa PPD del lunes pasado, donde la directiva que preside Jaime Quintana estaba convocada para analizar los alcances del acuerdo tributario suscrito entre el oficialismo y la oposición.
En el PPD existía preocupación. El pacto liderado por el ministro Alberto Arenas -en el que Lagos Weber jugó un rol clave- reflotó en la Nueva Mayoría las sospechas por el retorno a la política de los consensos, lo que -en caso de ser efectivo- podría dar un golpe a la línea de flotación de la colectividad, cuyo timonel había acuñado la alusión a la "retroexcavadora" para ejemplificar el ímpetu que imprimiría la Presidenta Michelle Bachelet a sus reformas.
Aunque el PPD terminó cerrando filas en torno al protocolo de Arenas, en la colectividad comenzó a tomar forma una nueva inquietud, un coletazo inesperado del pacto suscrito por el titular de Hacienda y que pone en el foco a uno de los ministros emblemáticos del partido: el titular de Educación, Nicolás Eyzaguirre.
La preocupación PPD por el titular del Mineduc, en todo caso, no era novedad. Desde hace semanas que en el partido se toma nota de las dificultades que el economista ha debido enfrentar en su cartera, y que se han traducido en críticas transversales a los proyectos de educación y en una "intervención" de su equipo de asesores.
La conclusión general del análisis de la cita de la directiva PPD -a la que Lagos Weber finalmente no llegó- fue que ese complejo escenario se agudizó tras el acuerdo tributario y que había que reforzar el respaldo a Eyzaguirre.
Los factores puestos en la discusión fueron que el ala más de izquierda de la Nueva Mayoría, molesta con lo sucedido en la discusión tributaria, se atrincheraría en sus posiciones en materia educacional para evitar nuevas concesiones a la oposición. Peor aún, los actores sociales -especialmente el movimiento estudiantil- también encontraba otra razón para endurecer sus posturas.
Así, tras una extensa discusión, se resolvió reforzar el respaldo a Eyzaguirre y se ratificó que el titular de Educación sea la figura central de la directiva nacional programada para ayer.
"A Eyzaguirre lo veo recorriendo un camino bien definido, que es el camino que definió la Presidenta Bachelet, de que esta reforma es un cambio de paradigma. Insisto, aquí no hay ningún espacio para replicar lo de la reforma tributaria", explicó Quintana.
LLAMADA DE ALERTA
Fuentes al interior del Mineduc señalaron que Eyzaguirre y sus asesores se enteraron a última hora del entendimiento sellado por Alberto Arenas para la reforma tributaria.
Como casi la totalidad de los jefes de partido, el titular de Educación escuchó en el comité político del pasado lunes las explicaciones de su par de Hacienda. Varias fuentes coincidieron en que el tono del encuentro fue tenso y que algunos timoneles manifestaron sus aprensiones por el pacto suscrito. Eyzaguirre guardó silencio.
Ya en los días siguientes al acuerdo tributario, el ministro debió pasar parte importante de la semana dando explicaciones y señales tranquilizadoras a los distintos actores de que un pacto similar no sería replicado en educación.
En la cartera, además, activaron un fuerte despliegue interno y convocaron a todos los sectores que se han manifestado a favor de la reforma para contrarrestar las voces que comenzaron a pedir una fórmula de entendimiento similar a la alcanzada por Hacienda.
Días después del acuerdo de Arenas, por ejemplo, el Mineduc envió una carta a sus funcionarios para convocarlos como monitores a los diálogos ciudadanos del Plan Nacional de Participación, que comienzan el martes 22, con un encuentro en el Salón de Honor en el ex Congreso.
Los asesores del ministro, en tanto, como Miguel Crispi, Rodrigo Rocco y Gonzalo Muñoz, y los nuevos habitantes del séptimo piso del Mineduc -el jefe de gabinete de Eyzaguirre, Harold Correa, y el secretario ejecutivo de la reforma educacional, Andrés Palma- intensificaron las reuniones con organizaciones como el Colegio de Profesores y agrupaciones de padres y apoderados.
"No hay un cambio de planes, porque siempre estuvo pensado hacer la reforma educacional con una amplia participación", explicó, no obstante, Palma.
El propio Eyzaguirre, en todo caso, ha invertido buena parte de su tiempo en conversar al menos tres veces por semana con algunos de los jefes de partido de la Nueva Mayoría, y ha intensificado el ritmo de diálogo con los legisladores del oficialismo en la Comisión de Educación de la Cámara y el Senado.
Con ellos, Eyzaguirre sostuvo un almuerzo de coordinación a principios de semana, días después del acuerdo suscrito por Arenas y cuando las críticas ya estaban desatadas en la Nueva Mayoría.
En la cita, el titular de Educación reaccionó ante las fuertes interpelaciones de los parlamentarios que exigieron garantías para no replicar lo sucedido en Hacienda, con una sentida intervención.
Según varios de los presentes, Eyzaguirre afirmó que no había regresado a Chile ni aceptado el desafío de encabezar una de las carteras más complejas del gabinete si no era para llevar adelante un cambio profundo en la materia.
El ministro, además, se comprometió a que cualquier modificación que se realice a alguno de los proyectos que conforman la reforma será consultada con los diputados y senadores de la comisión ad hoc.
El titular de Educación debió apreciar también cómo en la semana se multiplicaban los recados de varios diputados, que le transmitían que no estaban disponibles para ser "maltratados" otra vez por un miembro del gabinete.
En el entorno de Eyzaguirre, en todo caso, restan dramatismo a la ofensiva parlamentaria. Cercanos al ministro sostienen que ya antes del acuerdo visado por Arenas la tramitación de la reforma educacional no podía seguir el diseño que tuvo el debate tributario en la Cámara, debido a que el proyecto del Mineduc tiene una naturaleza más compleja, de raíz ideológica, y genera divisiones aún mayores que el alza de impuestos. Eso sí, reconocen que ello no resta que la negociación de Hacienda haya complejizado la relación con los parlamentarios, ahora más suspicaces a los movimientos del gobierno.
EL FLANCO IZQUIERDO
"Hemos empezado el intercambio con otras organizaciones y movimientos, que no necesariamente forman parte de la Nueva Mayoría, como el PRO, Revolución Democrática, la Izquierda Autónoma, el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), porque sabemos que compartimos las causas de la reforma educacional, que es una causa nacional", explicó Cristián Méndez, presidente de la Izquierda Ciudadana (IC), a Reportajes.
El jefe de partido graficó de esa manera el cierre de filas que provocó en el ala de izquierda de la Nueva Mayoría el acuerdo firmado por Arenas.
Pese a que ya pasó más de una semana del protocolo acordado con la oposición, el propio titular de Hacienda aún no logra alinear a parte de esos sectores tras el acuerdo. La noche del lunes 14 Arenas cenó en Valparaíso con la bancada del Partido Comunista y la IC para explicar sus pasos. Sin embargo, el jefe del equipo económico debió tomar nota de que si las indicaciones no aseguran la recaudación comprometida de US$ 8.200 millones, los parlamentarios de ese bloque no entregarán sus votos.
Eyzaguirre, en tanto, tempranamente asumió que la negociación de Arenas abrió en su cartera un flanco inesperado. En lo inmediato, una señal de fuerza vino de la denominada "bancada estudiantil", que integran Camila Vallejo, Karol Cariola, Gabriel Boric y Giorgio Jackson, que a principios de semana le solicitó una reunión.
En la cita, que se concretó el martes en la noche, los ex líderes estudiantiles dejaron en claro al titular de Educación que no existía espacio para ceder en los pilares que fundamentan la reforma -fin al copago, al lucro y la selección- y que no intentara repetir un acuerdo de las características del encabezado por Arenas.
La maniobra de los ex dirigentes universitarios había sido conversada durante el fin de semana, y fue acompañada por columnas e intervenciones de los hoy diputados en medios de comunicación.
Eyzaguirre, en tanto, medio en broma, medio en serio, solicitó la colaboración de los ex líderes estudiantiles para defender la reforma e insistió en que no existe margen para el retorno de la política de los consensos.
En todo caso, en el entorno del ministro asumen como un punto ganado la postura más activa adoptada por los otrora dirigentes y pretenden transformarlos en aliados estratégicos a la hora de defender la reforma. Agregan como prueba que -hasta el pacto suscrito por Arenas- Boric no había aceptado una cita en su despacho con el titular del Mineduc.
El escenario abierto tras el acuerdo tributario también generó movimientos tácticos en los actores vinculados al área de educación.
La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) inició contactos con el Consejo de Rectores para influir en conjunto en la discusión que se dará en el Congreso, en el marco de la Ley de Presupuesto 2015, por el financiamiento de las universidades estatales.
Los dirigentes estudiantiles -más radicalizados que en años anteriores- pidieron al Mineduc garantías para ser parte del Plan Nacional de Participación, que arranca el próximo martes. Entre ellas, derogar el decreto DFL2 que impide la organización estudiantil en instituciones de educación superior privadas y ser considerados en la tramitación de los proyectos de la reforma educacional que actualmente se discuten en el Parlamento.
Como un gesto concreto hacia los universitarios, el titular de Educación accedió a esas dos peticiones. De todos modos, la Confech se reunirá la primera semana de agosto para entregar una respuesta formal a la convocatoria del ministro.
Mientras tanto, la agrupación estudiantil prepara la instalación de una "mesa social" junto a otras organizaciones ligadas a la educación para levantar un petitorio.
GIRO EN REVOLUCION DEMOCRATICA
Dos días antes de que el acuerdo tributario agitara las aguas oficialistas, el domingo 6 de este mes, Revolución Democrática (RD) realizó un consejo político ampliado para definir la postura del grupo frente a la reforma educacional.
La cita contó con la exposición de los líderes del movimiento, como Miguel Crispi y Giorgio Jackson, quienes argumentaron a favor de los fundamentos del proyecto.
El debate político ya comenzaba a estar cruzado por la embestida de la Nueva Mayoría al excesivo protagonismo que algunos de los líderes de ese movimiento habían alcanzado en el Mineduc.
No es un misterio que Eyzaguirre había apostado por abrir las puertas de su equipo asesor a militantes de RD, en desmedro de personeros oficialistas, especialmente DC, que no contaron desde un principio con la confianza del secretario de Estado para impulsar la reforma educacional, proyecto emblemático de Bachelet.
Así, en medio de las presiones al titular del Mineduc para incorporar a representantes de la Nueva Mayoría a su equipo más cercano, que ya comenzaba a materializarse en el ingreso de nuevos asesores, los dirigentes de RD comenzaron a fraguar un giro estratégico en su relación con el gobierno.
Del consejo político ampliado se emitió un voto político, que fue sancionado y aprobado durante esta semana con una mayoría de más del 90% -al cual tuvo acceso Reportajes-, y que promueve el tránsito de RD desde la denominada "colaboración crítica" a una nueva etapa, llamada de "alianzas transformadoras".
"Se ha usado comunicacionalmente la idea de 'colaboración crítica', la cual hoy resulta insuficiente, y en lo operativo se ha traducido más en libertad de acción que en construcción de alianzas desde el diálogo político, teniendo por resultado una importante dificultad para comunicar claramente nuestras definiciones. En la línea de nuestros acuerdos estratégicos, debemos pasar a una nueva etapa, centrada en alianzas transformadoras, basándose en el diálogo político para apoyar las agendas que decidimos priorizar colectivamente", se lee en el primer párrafo del texto.
En el documento, el grupo recalca que la reforma educacional que lidera Eyzaguirre está en peligro, "tanto por debilidades en su diseño en materia de información, participación y diálogo político, como por la oposición reaccionaria de sectores conservadores y empresariales".
Es así como "RD manifiesta su apoyo a los proyectos que impulsa el actual gobierno (...) declaramos nuestra disposición a apoyar los futuros proyectos, a ser presentados en el marco de la reforma educacional, en la medida que estén dirigidos a consagrar la educación como un derecho social, fortalecer la educación pública y que su diseño haya considerado la participación activa de los diversos actores".
Aunque en el voto político el movimiento mantiene su definición como fuerza "independiente" a la Nueva Mayoría, en la práctica Eyzaguirre logró un nuevo cierre de filas del grupo -con fuertes vínculos en el movimiento estudiantil- para sacar adelante el proyecto estrella de su cartera.
"RD está jugada por que Chile tenga una reforma educacional, y desde ahí nos parece importante que se avance en el fin al lucro, la selección y el copago, cuestiones que hay que profundizar y que nosotros vamos a salir a defender con mucha claridad", afirmó Pablo Paredes, coordinador nacional de la agrupación, a Reportajes.
Para los próximos días, el grupo alista una campaña de difusión, dará a conocer una campaña de afiches y panfletos con preguntas y respuestas de los apoderados sobre la reforma, y estrenará un video y una página web de respaldo a la iniciativa.