Luego de un magro desempeño económico en el primer trimestre, en el que la actividad creció 0,1% arrastrada por el impacto de los incendios y el paro en minera Escondida, gran parte del mercado apostaba porque -al menos- ya habría pasado lo peor, anticipando una leve insinuación de recuperación a partir del segundo trimestre. Diagnóstico que compartió el propio ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien desde marzo en adelante enfatizó en que la economía nacional ya habría tocado piso.

Sin embargo, los datos sectoriales de abril, informados ayer por el INE, derrumbaron las perspectivas de un posible punto de inflexión comenzando el segundo trimestre, toda vez que el Índice de Producción Industrial (IPI) anotó una contracción de 4,2% (la mayor desde marzo de 2010), materializando cuatro meses consecutivos en rojo.

Según el ente estadístico, la nueva caída del indicador se debió al mal desempeño de los sectores que lo componen; un retroceso de 1,3% en la Producción Minera, una baja de 0,8% de Electricidad, Gas y Agua (EGA) y un descenso de 7,5% de la Producción Manufacturera.

En este sentido los expertos coinciden en que los bajos registros de abril responden, en gran parte, a un efecto calendario, dado que en el mes hubo tres días hábiles menos que en 2016.

Sin embargo, también comparten en que tal efecto estaba más menos internalizado, por lo que de todas formas las cifras sorprendieron negativamente sus estimaciones, reconociendo un ajuste importante.

De acuerdo a la última Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) del Banco Central, el mercado apostaba por un Imacec en torno a 1% en abril.

Los datos informados por el INE prácticamente borraron esa opción entre los expertos, incluso abriendo la posibilidad -entre algunos de ellos- de un nuevo registro por debajo del 0%, aplazando las señales de recuperación esperadas.

Así lo reconoce Tomás Flores, economista jefe de FX One, quien comparte que "efectivamente fue una sorpresa, ya que los tres días hábiles menos deberían hacer caer el índice en cerca de -2,4% y no 4,2%", explicando que el registro "contiene una menor demanda doméstica que ha llevado a las empresas a moderar la producción".

En esta línea, anticipó que el crecimiento en abril caería 0,5%, "lo que llevara a que el segundo trimestre tendrá una expansión de 1% aproximadamente".

Efecto estadístico

Asimismo, desde BBVA Research lamentaron que "así como en meses anteriores la explicación para las bajas cifras de actividad era el paro en Escondida, este mes (abril) será el efecto estadístico y, en mayo, el paro de Aduanas. Lo cierto es que la anhelada recuperación se sigue postergando". Con este panorama prevén un rango entre 0,25% y 0,75% para el Imacec del mes pasado, "con riesgos de observar un nuevo ajuste a la baja en las estimaciones de crecimiento de consenso para el año".

Por su parte Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, precisa que "el dato es concordante con la nueva trayectoria que es consistente con un cuarto año de caída de la inversión, que debería revelar el Ipom de junio".

Justamente sobre este documento que el ente rector entregará el próximo lunes, los economistas coinciden en que el rango previsto de crecimiento para este año (actualmente en 1% y 2%) se recortará por la parte alta, pasando a entre 1% y 1,75%. Los expertos esperan, además, que el Ipom pueda entregar mayores luces sobre la trayectoria de la TPM, que si bien se estimaba que ya estaría en un piso de 2,5%, estos nuevos datos podrían abrir opciones de nuevos recortes