Un total de 26.348 chilenos cruzaron las fronteras del país para dirigirse a Brasil, con el objetivo de ver -o al menos intentar ver- los partidos de la selección nacional de fútbol. El registro, elaborado por la PDI, también reveló que 104 hinchas fueron detenidos mientras estuvieron en el país anfitrión.

Una vez que Chile ganó su cupo en las clasificatorias para el Mundial, el Departamento de Extranjería decidió destinar un equipo de 15 detectives para que se instalara en las tres ciudades donde Chile iba a jugar sus encuentros. Además, otros policías acompañaron a las diferentes caravanas de vehículos que salieron del país para seguir a la "Roja".

El inspector Erick Cáceres indicó que, una vez terminado el Mundial, y con el retorno del equipo de detectives, "nosotros efectuamos un balance favorable, en el sentido de que en cada ciudad donde se destinaron funcionarios, que era donde jugaba Chile, se ayudó a agilizar la asistencia consular, como por ejemplo el levantamiento de información, tanto para quienes no tuvieron problemas como para los que fueron detenidos".

Respecto de los movimientos migratorios, la PDI estableció que la gran mayoría de los 26 mil nacionales que viajaron a Brasil (desde Chile) lo hicieron por vía aérea. Del total, además, 3.110 fueron mujeres. El Departamento de Extranjería de la policía civil logró establecer este listado ya que, en su base de datos de migraciones, se agregó un nuevo ítem: "Las personas que viajaban declaraban, voluntariamente, si es que se dirigían a este evento deportivo", indicó Cáceres.

No obstante, el detective advirtió que también pudieron viajar chilenos desde otros países al Mundial. Por ejemplo, se indicó que existe una gran colonia en Argentina y Brasil, y que su presencia también pudo haber colaborado a llenar los estadios en que participó la Selección.

Los registros de la PDI, no obstante, también abarcaron un segundo punto: la detención de los nacionales en tierras brasileñas. La gran mayoría de los 104 aprehendidos se dio en el contexto del ingreso ilegal al Estadio Maracaná, cuando se enfrentaban los equipos de Chile y España. Ahí fueron detenidos 85 chilenos y un ciudadano boliviano con residencia definitiva en Chile. Todos fueron liberados con la condición de abandonar Brasil en 72 horas. De este grupo, aún quedan tres que no han regresado al país.

En un segundo grupo, detenido por un delito relacionado al fútbol, están los cuatro hinchas sorprendidos con credenciales falsas. Estas personas también terminaron en prisión. En los últimos días dos fueron liberadas, previo pago de US$ 1.000. No obstante, no pueden abandonar Brasil, ya que están a la espera de un juicio. El resto de los detenidos fueron, básicamente, por robos y hurtos simples en centros comerciales y/o en el FIFA Fan Fest de Río de Janeiro.