El desconcierto tocó a Gracia Barrios la mañana del 1 de septiembre de 2011. Una llamada telefónica le anunciaba que era la nueva ganadora del Premio Nacional de Arte. En un año liderado por las candidaturas de Matilde Pérez y Eduardo Vilches, el nombre de la hija del escritor Eduardo Barrios sonó inesperado, aunque nadie dudó de sus méritos. Dos horas después, Barrios llegó al Ministerio de Educación de la mano de su marido e inseparable dupla artística: José Balmes, quien 12 años antes recibió el mismo galardón.

Esa mañana, sonrieron mucho, pero hablaron poco; recordaron, eso sí, anécdotas de sus inicios, cuando lideraron Grupo Signo en los 60.

Cuatro años después, la dupla está retirada de la escena artística. Hace un año, colgaron los pinceles, aquejados por el paso del tiempo. En su casa ubicada a pocas cuadras de la Plaza Ñuñoa, comprada a fines de los 60, la pareja pasa los días en calma, acompañados de sus nueve perros quiltros."Están más yuntas que nunca, pero están viejitos. Mi mamá hace un tiempo se quebró la cadera y ahora está volviendo a caminar, y mi papá sufre de debilidad muscular. Es difícil entrevistarlos, olvidan fechas, confunden historias y sobre todo quedan afectados al recordar el pasado. Es como si ya no tuvieran las protecciones intelectuales de antes, todo va directo a lo emocional", cuenta su única hija, la artista Concepción Balmes, quien vive con ellos en una casa en el mismo terreno.

Pero su retiro no significa que los Balmes-Barrios, maestros de generaciones (de Francisco Brugnoli a Gonzalo Díaz), ya no convoquen la atención. El año pasado un cuadro de Balmes fue adquirido por el Museo de Arte de Boston, en EE.UU., y otro por el Museo de Arte de Sao Paulo. En Chile, el Museo Histórico Nacional y la Corporación Cultural Las Condes también compraron obras de ambos. A esto se suma la muestra que abrió en el Museo de la Memoria, la primera desde que Gracia Barrios recibiera el Premio Nacional. Des-Tierra reúne 40 óleos de la dupla, de 1965 a 2011, año en que hicieron su último cuadro conjunto: Nosotros tanto (o doble exilio), un collage conformado por pintura, texto y objetos pegados a la tela, un zapato, un sombrero y un trozo de tela, técnica del informalismo que Balmes adoptó en los años 60.

La mayoría de las obras en la muestra han sido expuestas en el extranjero, no en Chile. "Hace dos años exhibimos la obra de Balmes y Barrios en la Feria Arteba (Buenos Aires) y me di cuenta de su vigencia. Esta era una muestra necesaria. No podemos dejar pasar más tiempo para valorar una obra de esta calidad", dice Marcelo Aravena, galerista y marchante de los Balmes-Barrios.

La muestra gira en torno al tema del exilio, situación que Balmes vivió por partida doble: cuando niño dejó España por el estallido de la Guerra Civil. A los 12 años llegó a Chile a bordo del Winnipeg. Más tarde, siendo decano de Arte de la U. de Chile, sale del país tras el Golpe de Estado de 1973, hacia París. No va solo. Lo acompaña su esposa, Gracia Barrios, a quien conoció siendo estudiante. Desde entonces, las obras de ambos, siempre de gran formato, tocan temas como la memoria, el destierro, la guerra, las marchas sociales y la familia. "La obra de ambos atraviesa lo político y los social, pero no es panfletaria. Balmes decía que no le interesaba el discurso marxista-lenilista, sino el Guernica de Picasso. En el fondo es una obra más humana, que se preocupa de la vida de las personas", explica Aravena.

El galerista junto a la hija y la nieta de los pintores, también artista, Gracia Castillo, crearán la fundación Balmes-Barrios, con la idea de elaborar un catálogo razonado de obras y hacerlas circular por Chile y el extranjero.