El ex secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, anunció el miércoles que no se postulará a la presidencia de Corea del Sur, una sorprendente revelación que altera más el turbulento escenario polí­tico nacional.

Con la ausencia de Ban, que era considerado el único contrincante conservador de peso, se impulsa el liberal Moon Jae-in, quien ha estado a la cabeza de las encuestas desde que la presidenta Park Geun-hye fue destituida en un juicio polí­tico en diciembre.

En una conferencia de prensa, Ban dijo que deseaba usar sus 10 años de experiencia como jefe de la ONU para ayudar a resolver la crisis polí­tica nacional, pero que su "patriotismo puro" y su apoyo a reformas polí­ticas han sido perjudicadas por una campaña de desprestigio en su contra.

No dio detalles, pero en la prensa han surgido denuncias de corrupción y de incompetencia polí­tica en su contra.

"También, me encuentro decepcionado por la actitud anticuada, miope y egoí­sta de algunos polí­ticos, y llegué a la conclusión de que no tení­a sentido trabajar con ellos", expresó.

El escenario polí­tico de Corea del Sur se ha visto estremecido por el enorme escándalo que involucró a Park y a una amiga suya, y que provocó multitudinarias protestas en las calles. Se acusó a Park de permitir que su amiga Choi Soon-sil conspire en secreto con ella para exigir dinero a empresarios.

Park está siendo enjuiciada en la Corte Constitucional, que está debatiendo si confirmar la impugnación o restituirla en el poder. En caso de que se confirme su destitución las elecciones presidenciales, que iban a celebrarse en diciembre, tendrí­an que celebrarse en dos meses.