A partir del 29 de septiembre, el Banch, la compañía de danza contemporánea más importante del país, estrenará dos obras en el Teatro de la Universidad de Chile, de las destacadas coreógrafas Isabel Croxato y Beatriz Alcalde.

Ambas artistas han sido nominadas al Premio Altazor y ahora se preparan para estrenar sus nuevos espectáculos, especialmente creados para la agrupación, respondiendo a la invitación del director de la compañía Gigi Caciuleanu. La propuesta fue hacer una obra grupal basada en el tema Chile-Francia, que da sentido a la Temporada 2011 del Banch.

El resultado fue Liaison, de Beatriz Alcalde y Simulacro de alta costura, de Isabel Croxato. Esta última obra pretende reflejar la visión de una artista como protagonista del particular momento que hoy vive Chile y el mundo. "El tema tiene que ver con el trabajo, con la necesidad de producir más y más, con el sobreconsumo que nos atrapa dejándonos desplazados como seres humanos y el despertar del hombre y su actual cuestionamiento a esta situación", dice.

Otra de las motivaciones de Croxatto para crear este montaje fue mostrar el gran cambio que están sufriendo las artes escénicas, las que cada vez tienden a ser más increíbles, tecnológicas, novedosas. "Todo es desechable, tenemos tanta información acumulada que no alcanzamos a procesarla". "La obra se sustenta en la colaboración de los artistas que participan en ella: bailarín con coreógrafo, coreógrafo con músicos, músicos con bailarines, artistas visuales con diseñadores para plantear esa problemática a través de toneladas de ropa usada que contienen una memoria colectiva, que representan que somos muchos los desplazados. Y, en esta búsqueda escénica, nos planteamos qué pasa con este exceso, qué le pasa al cuerpo, qué le pasa a la danza cuando tiene todo el peso de la tecnología encima", dice.

En Liaison, Beatriz Alcalde presenta un collage de imágenes de Chile y Francia, haciendo un paralelo consciente e inconsciente de acuerdo al espectador, invitando al público a través de la danza y la música. "Es una obra absolutamente abierta donde lo único que tiene fijo es el diseño de piso (composición del espacio) que simula la figura del número ocho, como una liaison donde se desarrollan los cuadros y donde se produce un juego entre Chile y Francia", explicó Alcalde.

Las entradas tienen un valor desde $ 5.000 a $ 2.000 público general y desde $ 1.000 estudiantes, en venta en boletería del Teatro Universidad de Chile.