Al publicar hoy la Minuta de la Reunión de Política Monetaria de julio, el Banco Central constató la debilidad de la actividad económica, que incluso, se ubicaba por debajo de las últimas proyecciones.

"Todos los Consejeros coincidieron en que las últimas cifras internas confirmaban la debilidad de la actividad, la que se ubicaba por debajo de lo previsto, y reafirmaban la visión de que el segundo trimestre había sido bastante débil", según el documento.

Incluso, uno de los cinco economistas que dirigen el instituto emisor, señaló que "con los antecedentes disponibles podía concluirse que el crecimiento de este año se ubicaría por debajo del rango señalado en el último IPoM (Informe de Política Monetaria), por lo que el escenario central
que allí se definió había quedado atrás.

No obstante, un consejero resaltó que los componentes más permanentes de la demanda agregada, como el consumo y la inversión en capital fijo, "daban muestras de estabilidad e insinuaban un quiebre de tendencia".

Fue en este escenario,, que los 5 consejeros del insituto emisor, decidieron por unanimidad bajar la tasa de interés en 25 puntos base a un mínimo histórico de 0,50% y anunciar medidas monetarias adicionales.

Frente al dólar, uno de los consejeros dijo que el tipo de cambio real se encontraba en niveles que razonablemente podían ser calificados como de equilibrio, dados los precios de las materias primas y las condiciones macroeconómicas. Un Consejero recalcó que el peso se había apreciado llegando a niveles cercanos al mínimo de un rango que se consideraba coherente con los fundamentos de largo plazo de la economía chilena. Manifestó que, en todo caso, era complejo analizar el nivel de equilibrio del peso cuando la moneda de referencia estaba desalineada. A su juicio, las paridades mundiales seguían reflejando fuertes desalineamientos.

Según el documento, uno de los integrantes indicó que el sistema financiero nacional seguía exhibiendo fortalezas, pero mantenía una percepción de riesgo alto y generalizado. Por ello, la oferta de crédito se mantenía selectiva o restrictiva, mientras la demanda se veía bastante contenida. Agregó que el traspaso de la rebaja de la TPM se había producido, aunque las tasas de interés enfrentadas por los clientes continuaban siendo altas y, por tanto, no estaban ejerciendo todo el estímulo requerido en estas circunstancias.