El Banco Central de Brasil dijo este martes que no hará cambios importantes en su política macroeconómica después de que Standard & Poor's rebajara la calificación crediticia del país más cerca del grado especulativo.

El instituto emisor dijo además que seguirá respondiendo a los desafíos "de una manera tradicional". Esto incluye un riguroso conjunto de políticas macroeconómicas, un régimen de tipo de cambio flexible y el uso de colchones de liquidez "para suavizar los movimientos en los precios de activos", señaló la autoridad en un comunicado.

La entidad ha dicho en repetidas ocasiones que podría utilizar las reservas extranjeras del país, que alcanzan los US$376.000 millones, para intervenir en el mercado cambiario si es necesario, con el propósito de evitar las fuertes fluctuaciones en las divisas.

Hasta ahora, sin embargo, el banco ha tenido éxito en la reducción de la volatilidad del mercado cambiario mediante la venta de swaps, derivados que proporcionan a los inversores protección contra las pérdidas de divisas.

S&P anunció en la tarde del lunes que recortó su calificación de la deuda soberana de Brasil a BBB-, su nivel más bajo para grado de inversión.

La agencia justificó su decisión por un deterioro en el desempeño fiscal del país y por las perspectivas de un crecimiento económico apagado en los próximos años.